Los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) muestran que la tasa de actividad y la de empleo en Neuquén‑Plottier cayeron casi un punto interanual en el cuarto trimestre de 2024. El ajuste fiscal nacional y el fin de grandes obras explican la desaceleración de un mercado laboral que, aun así, sigue por encima del promedio nacional.
El auge laboral que vistió de récord a Neuquén en 2023 empieza a enfriarse. Según el informe técnico del INDEC correspondiente al cuarto trimestre de 2024, la tasa de actividad retrocedió de 50,2 % a 49,4 % en un año, mientras la de empleo bajó de 48,4 % a 47,5 %. La desocupación apenas subió tres décimas, de 3,6 % a 3,9 %, variación dentro del margen de error.
La foto presente sigue mostrando dinamismo: la participación laboral neuquina supera en medio punto al promedio de los 31 grandes centros urbanos y su tasa de empleo es dos puntos mayor. Pero la fatiga se nota. El recorte de transferencias y la paralización de la obra pública nacional golpearon a la construcción y los servicios asociados. A ello se suma la finalización del gasoducto Presidente Néstor Kirchner y de rutas clave que habían disparado la contratación en 2023.
“En los obradores se siente el freno”, resume un contratista. Entre octubre y diciembre la provincia mantuvo sus pozos en producción, pero recortó equipos de montaje y mantenimiento. Las firmas de servicios, que habían sobrecontratado personal para cumplir plazos, ajustaron dotaciones para sostener márgenes.
La desaceleración también llega a las góndolas. Con paritarias en cámara lenta y precios altos, el comercio neuquino cayó 8 % interanual en ventas reales, según la Federación de Cámaras del Alto Valle. Así, los servicios no compensaron la merma de la construcción.
No obstante, el cuadro dista de ser recesivo. Frente al piso pandémico de 2020, la actividad laboral sigue seis puntos arriba, prueba de la resiliencia que aportan el shale y sus cadenas de valor. Para 2025 los analistas miran dos cartas: la reversión del Gasoducto Norte y nuevas plantas petroquímicas que elevarían la capacidad local. De concretarse, ambos motores reanimarían la demanda de mano de obra especializada.
Aun así, nadie espera repetir el vértigo de 2023. El contexto macro —política fiscal restrictiva y crédito escaso— sugiere un avance gradual. La Dirección Provincial de Estadística recomienda vigilar subocupación y empleo informal, termómetros que suelen deteriorarse primero cuando la economía afloja.
En síntesis, Neuquén mantiene la desocupación más baja de la Patagonia y una de las participaciones laborales más altas del país. Pero el freno a la obra pública y el recorte de gasto marcan una pausa tras la carrera. El próximo salto dependerá de la rapidez con que regresen las inversiones y de la capacidad estatal para sostener la infraestructura pendiente.