Home / Nacionales / Un abogado señaló que la baja de la edad de imputabilidad “es una solución de coyuntura”

Un abogado señaló que la baja de la edad de imputabilidad “es una solución de coyuntura”

Un abogado señaló que la baja de la edad de imputabilidad “es una solución de coyuntura” para la prevención del delito en la Argentina.

Se trata del ex fiscal de Morón Javier Baños, que asesora a la familia de Ezequiel Altamira, el adolescente de 16 años que fue asesinado a golpes por un grupo de menores a la salida de un boliche en Ituzaingó.

En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, el letrado dio su postura sobre el proyecto que modifica el Régimen Penal Juvenil, el cual baja la edad de imputabilidad de 16 a 14 años.

A su vez, destacó que “el delito que no es un fenómeno heredable porque el ser humano es libre y puede decidir si hacer el bien o el mal”.

La iniciativa fue impulsada por el Gobierno y contó con el respaldo del PRO, UCR, la Coalición Cívica y algunos sectores de Encuentro Federal, por lo que se espera que el debate se realice en las próximas semanas en el recinto.

LA ENTREVISTA

Noticias Argentinas: ¿Está a favor o en contra de la baja de la edad de imputabilidad? ¿Por qué?

Javier Baños: Ni a favor ni en contra. La ley crea una presunción “iuris et de iure” de que un menor que no cumplió los 16 años, no tiene la capacidad para comprender la criminalidad de sus actos o dirigir sus acciones. En algunos casos esto es correcto, pero en otros no. Me parece que la Justicia debería tener otras herramientas para poder estudiar direccionalmente cada caso.

De todas formas no es sino una solución de coyuntura que saca el foco del problema central -que claramente no es la edad de imputabilidad de los menores- si no una multiplicidad de otras cuestiones que no son coyunturales, sino endémicas y sistémicas: 10 millones de indigentes; 50, 60 o 70% de pobres, falta de educación, infraestructura, deterioro grave de todas las instituciones republicanos incluso las policiales, judiciales; falta de empleo, industrias, crisis de valores, droga, narcotráfico y corrupción.

NA: ¿Los menores comprenden o no comprenden sus actos criminales en caso de que los cometan?

JB: Depende de cada menor, de cada caso y de cada delito. No es lo mismo pegarle con un fierro en la cabeza a una persona que un menor de 14, 15 o 16 años puede comprender perfectamente -por regla general- que tener capacidad psíquica para comprender una defraudación compleja. Cada delito tiene una complejidad diferente y por lo tanto requiere una capacidad de culpabilidad específica.

La ley crea una presunción general que a veces puede servir y a veces no ser útil. Lo que creo que es un error es que la presunción no admita una prueba en contrario y que las fiscalías sobresean las causas sin una mínima investigación, alegando simplemente la situación de inimputabilidad. Eso es un verdadero escándalo porque las víctimas también tienen derecho a un debido proceso legal. Los derechos de cada uno terminan donde comienzan los de los demás.

NA: ¿Cuál considera que es la solución para esta problemática?

JB: Se debe analizar la problemática en su real dimensión. Hay que hacer la Argentina de nuevo. En el mientras tanto, hacer todo lo posible para mejorar las instituciones, la familia, la educación, urbanizar barrios de emergencia, trabajar en las cárceles, en el Poder Judicial, con la Policía, crear empleos dignos, eliminar gradualmente la pobreza, ocuparse de los marginados y -especialmente- de los niños en situación de calle.

Además, hay que dejar de enviarle a los jóvenes algunos mensajes altamente contradictorios, tales como por ejemplo los que se escuchan en algunas letras de cumbia villera, invitando al robo, a la violencia y a los abusos sexuales.

NA: ¿Los menores heredan los actos criminales de sus padres?

JB: La delincuencia no es un fenómeno heredable porque el ser humano es libre y puede decidir hacer el bien o el mal. Pero obviamente, el contexto sociocultural ayuda o no ayuda. La clave es la educación, y la clave de la educación es el ejemplo. Obviamente así como el ejemplo de vida de los héroes y de los santos mueve a los jóvenes a obras buenas y virtuosas, también los malos ejemplos arrastran a conductas delictivas. El ser humano tiende a imitar lo que ve. Y al primero que imita es a sus padres o referentes y también a sus gobernantes. Si sus referentes y/o gobernantes son delincuentes, va a tender a ver en la delincuencia un ideal. Si sus referentes y gobernantes son ejemplos de altruismo, va a tender a imitar esos ejemplos.

NA: ¿Cómo debe intervenir la Justicia en estos casos?

JB: Los poderes judiciales deberían procurar realizar todos los esfuerzos para intentar traducir la justicia en realidad concreta, tratando de buscar un punto de equilibrio entre el derecho de los libros y el derecho de la vida. Cuando intervienen, los jueces y los fiscales deberían extremar la prudencia y los recaudos para dejar las cosas en mejores condiciones de como las encontraron antes de tomar cartas en el asunto. Sin embargo, esto no siempre ocurre.