La carga impositiva, en un 70% nacional, supera la ganancia en la composición del precio de la carne, el pan y la leche, según reveló un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
El peso de los impuestos acapara buena parte del costo de los productos esenciales que consumen diariamente los argentinos, lo que el análisis reflejó ejemplificando que “1.000 de cada 4.000 pesos que pagamos en carne, leche y pan, son impuestos” y precisó que “en el total de impuestos a estos alimentos: 3 mil de cada 4 mil pesos, son impuestos nacionales”.
En el caso de la carne, puntualizó que “el precio está compuesto por un 60% de costos”, indicando que “para llegar a los bifes que compramos es necesario un proceso que lleva mucho tiempo, con costos importantes como la tierra donde se crían los animales, la sanidad y la alimentación, el transporte, y el personal”. En tanto que hay 25% de impuestos y 15% de ganancias.
Por el lado de la leche, especificó que “67% son costos, 26% son impuestos y sólo un 7% son ganancias” y expuso que “para el tambo, los costos que más subieron en esta última medición fueron la alimentación de las vacas y todos los costos relacionados con la comercialización”.
En el caso del pan, reveló que desde el campo a la mesa el precio se multiplica 12 veces, detallando que en el proceso se incluye “60% de costos de producir el pan, 24% de impuestos y 16% de ganancias”.
Al estudiar la composición de los precios de manera cronológica, el reporte arrojó que en el precio del pan el 8% corresponde al trigo, 4% al molino, 64% a la panadería y 24% los impuestos. En la carne 28% es la cría, 24% el feedlot, 2% frigorífico, 21% carnicería y 25% impuestos. En la leche 28% es el tambo, 26% la industria, 20% el comercio y 26% los impuestos.
En relación a la carga tributaria, la economista de FADA, Antonella Semadeni, detalló que “los impuestos que se destacan son: el IVA a nivel nacional, ingresos brutos en lo provincial y las tasas a industrias y comercios a nivel municipal”.
Al referirse a la composición final del precio de los alimentos, aseguró que “que los impuestos superen la ganancia, es una situación que puede tornarse injusta ya que, por ejemplo, en la cadena de la leche todo el proceso productivo está afectado por cuestiones climáticas, sujeto al precio del maíz con el que se alimentan las vacas, a los productos relacionados con la salud de los animales, al del combustible para el transporte… son muchas las variables que se enfrentan. En medio de todo eso, el Estado, a través de los impuestos, está presente en todos los eslabones y no afronta ningún riesgo”.