El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, símbolo de la izquierda latinoamericana, murió este martes a los 89 años tras una larga batalla contra un cáncer que comenzó en el esófago y luego hizo metástasis en el hígado, según confirmaron las autoridades del gobierno de Uruguay.
LAS CAUSAS DE LA MUERTE DE PEPE MUJICA
La enfermedad había sido revelada por el propio Mujica en abril de 2024. En ese momento anunció que padecía un tumor en el esófago y que había comenzado un tratamiento de radioterapia. Aunque recibió 31 sesiones, en enero de este año decidió interrumpir los tratamientos, al considerar que su calidad de vida era prioritaria.
Desde entonces, el exmandatario se encontraba en su chacra del Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo, bajo cuidados paliativos. Según detallaron su entorno y el presidente Yamandú Orsi, su estado era “delicado” y no podía movilizarse.
“Tiene una enfermedad terminal que lleva un proceso, estamos esperando ese desenlace, esto es parte de la vida”, había reconocido el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, durante las elecciones departamentales del domingo 11 de mayo.
Su esposa, Lucía Topolansky, había revelado que el estado de salud le impidió asistir a votar, y que su prioridad en los últimos días era evitar el dolor y el insomnio. “Estoy con él hace más de 40 años y voy a estar hasta el final”, dijo conmovida.
Mujica había expresado su deseo de llegar a los 90 años, que hubiese cumplido el 20 de mayo próximo. Su muerte pone fin a la vida de uno de los dirigentes más queridos y respetados de América Latina, recordado tanto por su historia como guerrillero y preso político, como por su mandato presidencial (2010-2015) y su estilo austero, horizontal y profundamente humano.