Vivimos en un mundo hiperconectado, donde médicos y pacientes tienen mayor acceso que nunca a la información. Así y todo, en nuestro país seguimos experimentando una asimetría en el acceso a la información y a una atención médica de calidad, dependiendo de factores como zona geográfica o posibilidades socioeconómicas.
Por ello y con el potencial democratizador que generan recursos como las teleconsultas o capacitaciones virtuales, desde GADECCU (Grupo Argentino de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa) resaltaron la necesidad de poner el foco sobre este tipo de iniciativas para dar respuesta a la inequidad existente en términos de atención de los pacientes.
Las EII pueden ser invalidantes. Son patologías crónicas del sistema digestivo y suelen manifestarse con síntomas como diarrea con sangre y moco, dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso, entre otros. “El acceso a un diagnóstico certero y temprano, a las consultas interdisciplinarias, a las terapias y, en definitiva, al control de estas enfermedades, no es equitativo en nuestro país”, afirmaron los especialistas reunidos en Ushuaia, en el Congreso GADECCU 2025.
“Aún queda mucho camino por recorrer para que todos los pacientes con EII en Argentina tengan una buena calidad de vida. Estamos convencidos de que compartir información y generar red entre profesionales y pacientes es el camino para que cada vez más personas lleguen al diagnóstico a tiempo y controlen su enfermedad”, aseguró la Dra. Astrid Rausch, médica gastroenteróloga, presidente del Congreso GADECCU 2025.
Dicho congreso se realizó en el mes de abril en Ushuaia, y la elección de la locación no fue aleatoria. “Apostamos por un sistema de salud más federal para que los pacientes no tengan la necesidad de trasladarse en aviones sanitarios con crisis por sus EII, como ha sucedido, sino que puedan tratarse en su ciudad”, explicó la Dra. Rausch.
Durante el Congreso, se debatió sobre las innovaciones en el diagnóstico de estas enfermedades y las alternativas de tratamiento, incluyendo terapias biológicas y pequeñas moléculas, el manejo multidisciplinario en el tratamiento de la EII, las mejores estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes y las investigaciones recientes y futuras para el abordaje de este grupo de enfermedades.
“Compartir información es lo más importante. A la velocidad a la que se descubren nuevas terapias, abordajes o tendencias, es muy difícil como profesionales siempre estar en la vanguardia del conocimiento. Por eso, generar red, filtrar la información más importante para el tratamiento y exponerla, es la mejor manera que tenemos para democratizar el acceso a la salud en nuestro país”, concluyó la Dra. Rausch.
CUÁLES SON LAS ENFERMEDADES INFLAMATORIAS INTESTINALES (EII)
Las enfermedades inflamatorias intestinales, que incluyen principalmente la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, son afecciones crónicas que afectan el tracto gastrointestinal. Aunque su etiología exacta sigue siendo desconocida, se considera que una combinación de factores genéticos, ambientales y una respuesta inmunológica alterada contribuyen a su desarrollo.
La Colitis Ulcerosa afecta exclusivamente al colon o intestino grueso, comenzando en el recto y extendiéndose de manera continua hacia las partes superiores del colon. La inflamación se limita a la mucosa intestinal, la capa más interna del colon. Los síntomas principales incluyen diarrea con sangre y moco, dolor abdominal y, en casos severos, fiebre y pérdida de peso. La enfermedad suele presentar períodos de actividad (brotes) intercalados con fases de remisión.
Mientras que la Enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, aunque es más común en el intestino delgado y el colon. A diferencia de la colitis ulcerosa, la inflamación en la enfermedad de Crohn puede comprometer todas las capas de la pared intestinal y presentarse en segmentos discontinuos, dejando áreas sanas entre las afectadas. Los síntomas varían según la localización, pero comúnmente incluyen dolor abdominal, diarrea crónica, pérdida de peso y, en algunos casos, complicaciones como fístulas o estenosis.
La evolución clínica de estas enfermedades a lo largo del tiempo consiste en alternar períodos de crisis con los síntomas típicos de ellas y otros períodos libres de síntomas llamados de “remisión clínica”. En la actualidad no existe un tratamiento curativo de estas enfermedades, pero las terapias existentes y un correcto seguimiento médico permiten controlar los síntomas, evitar muchas complicaciones y restaurar la calidad de vida. Es clave abordar un diagnóstico temprano, para poder actuar a tiempo y cambiar la historia natural de la enfermedad, augurando por un estilo de vida normal.