En la era digital, donde la Inteligencia Artificial (IA) aprende de los hábitos y de las elecciones de las personas, como así también de las decisiones más simples y cotidianas, como, por ejemplo, guardar una silla, una camisa vieja, una entrada de cine o un celular que ya no funciona, para la IA pueden cobrar un nuevo significado.
En este sentido, la pregunta es qué interpretación hace la Inteligencia Artificial sobre la costumbre de las personas que atesoran y almacenan objetos personales que ya no usan. Aunque sea obvio, vale decir que, si bien la IA no tiene emociones ni nostalgia, sí está diseñada para detectar patrones, anticipar conductas y, en algunos casos, interpretar decisiones humanas.
Entonces, la acumulación de objetos en desuso puede ser interpretada por ciertos algoritmos como:
* Señales de comportamiento de apego emocional.
* Tendencia al coleccionismo.
* Posibles señales de desorganización.
Ampliando lo dicho, guardar objetos personales en desuso puede tener estos otros distintos significados o interpretaciones para la inteligencia artificial, dependiendo de los entornos y contextos.
* Vínculo emocional no resuelto.
* Apego emocional a recuerdos o etapas pasadas de la vida.
* Patrón de comportamiento nostálgico.
* Conservación de objetos como una manifestación de nostalgia o deseo de mantener el pasado presente.
* Miedo al cambio o pérdida.
* Señal de resistencia al desprendimiento o al avance hacia nuevas etapas.
* Valor simbólico.
* Los objetos pueden representar logros, relaciones, identidades pasadas u otros significados personales.
* Posible tendencia al acumulamiento.
* Conservación por utilidad potencial.
* Algunas personas guardan cosas por si acaso vuelven a ser útiles, lo que refleja una lógica preventiva o práctica.
* Estrategia de construcción de memoria.
* Forma de preservar la historia personal o familiar.
* Indicador de personalidad.
* Relación con rasgos como el sentimentalismo, la introspección o la meticulosidad.
* Desfase entre identidad actual y pasada.
* Falta de tiempo o prioridades.
* A veces, simplemente no se tiran objetos porque no es prioridad, lo que puede indicar estilo de vida o nivel de organización.
LA IA UNA ALIADA PARA LA VIDA COTIDIANA DE LAS PERSONAS
Empresas que diseñan casas inteligentes o asistentes virtuales, como Google Home o Alexa, por ejemplo, trabajan cada vez más con IA que “aprende” del entorno. Por eso, si una persona guarda un objeto en un lugar visible o lo mueve con frecuencia, la IA puede asumir que aún tiene valor para el usuario, aunque ya no cumpla una función práctica y específica.
Sin embargo, el fenómeno va más allá de la cuestión técnica porque, los objetos guardados pueden, entre otras cuestiones ser extensiones de la identidad, es decir, generar recuerdos en forma material, algo que la IA aún no puede comprender del todo, pero que intenta cuantificar a través de metadatos como:
* Fechas.
* Ubicaciones.
* Frecuencia de uso.
* Interacción.
Guardar objetos personales en desuso, entonces, no es solo una costumbre, más bien, es una declaración silenciosa de la historia personal de la gente y sus afectos.