El cruce entre el jefe de Gobierno Porteño, Jorge Macri, y la periodista Amalia Guiñazú, dejó la mecha encendida para un incipiente conflicto en el programa Mujeres Argentinas e hizo que una de las panelistas hablara de una “piedra en el zapato que hay que sacar”.
La escena que generó el quiebre hasta llorar de la conductora María Belén Ludueña, desencadenó a que en la emisión de hoy, la presentadora aclare con un optimismo rebasante: “Ayer me emocioné, tuve un día, como les puede ocurrir a todos. Hoy estoy muchísimo mejor”.
El programa transcurrió con algunos cruces. Incluso, cuando Guiñazú señaló “Acá no se podría laburar, si no es en equipo”, las demás participantes lo tomaron en gracia e incluso hicieron muecas sarcásticas.
Al respecto, Amalia apuntó: “30 años entre estudios y trabajo en los medios para salir en todos lados por una tontería. Estamos en una época rara, donde los que antes eran valores, ahora parece que son disvalores y la vehemencia parece haberse convertido en violencia y no en valentía”.
Ante el episodio con la conductora, aclaró: “Con Belén no hablé. Los funcionarios públicos están para respondernos y yo hice una pregunta. Nosotras nos queremos y realmente nos tenemos afecto entre todas. No voy a pedir perdón por hacer mi trabajo como lo tengo que hacer, sino estoy estafando”.
Por su parte, Silvia Fernández contrapuso: “Tenemos una piedra en el zapato, lo tenemos que resolver y ya lo haremos. No voy a dar nombres, porque creo que es obvio, tenemos que sacar la piedra del zapato y ella tiene que entender que hay que ser más compañeras. Tener más empatía entre nosotros”.
“Es buena persona. Ana tiene su programa y conduce el noticiero y creo que no logra acostumbrarse a que acá es panelista, entonces hay un choque. Ella no se da cuenta que no respeta a Belén como conductora de la manera que debería”, añadió Fernández.
A lo que la implicada respondió: “A Silvia la adoro, pero tenemos puntos de vistas muy diferentes. He trabajado en radio como co-conductora. Al aire tengo principios y nunca voy a exponer a un compañero. Me sentí expuesta porque estaban manifestando (…)”.
“Es más fácil mirar la paja en el ojo ajeno. Si cada uno se mira desde adentro, veamos cómo es la participación”, concluyó Guiñazú.