El club Ferro Carril Oeste se convirtió este domingo en el corazón del operativo electoral del candidato a legislador porteño Leandro Santoro con pantallas gigantes y pancartas verdes, el color que identifica al espacio que salió segundo en las elecciones. Desde temprano, periodistas y referentes del PJ capitalino comenzaron a poblar el campo de juego de la cancha de handball donde se montó el búnker.
La tarde-noche fría en las inmediaciones del estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri, en el barrio de Caballito, transcurrió con nerviosismo y hermetismo a la espera de los primeros resultados oficiales.
Sin los tradicionales bombos, banderas y militancia partidaria, el búnker santorista nunca tuvo forma de ritual político y reinó la cautela ante la expectativa de romper una racha adversa en un territorio históricamente esquivo para el peronismo.
Pasadas las 19:00, Santoro se hizo presente en el predio del club “verdolaga”, justo cuando se empezaron a conocer los resultados desfavorables para el PJ porteño, que se quedó a las puertas de lo que habría sido un empujón para el justicialismo tras la derrota en las presidenciales de 2023.
Mientras avanzaba el conteo de votos, que confirmaba el triunfo del candidato libertario Manuel Adorni, el rock nacional no dejó de sonar, pero el silencio y las caras largas daban cuenta de un resultado que no cumplió con las expectativas que se habían generado en la previa de la elección, a pesar de los escasos tres puntos de diferencia con vocero presidencial.
“Este resultado nos obliga a seguir trabajando para construir la Ciudad que queremos. Si la crueldad se puso de moda, que no cuenten con nosotros”, cerró Santoro en su discurso, tras reconocer la derrota en el final de una jornada agridulce para el peronismo porteño.