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Lo que tenés que saber antes de transferir un auto (y cómo evitar estafas)

La transferencia de un auto, una prenda, una herencia o incluso una separación pueden convertirse en una pesadilla legal si no se conocen las herramientas básicas del sistema registral automotor.

En nuestro país, donde los automóviles representan una inversión significativa y pueden estar involucrados en accidentes, divorcios, sucesiones o medidas judiciales, no contar con información adecuada suele derivar en conflictos, juicios y pérdidas patrimoniales evitables.

“Los automotores tienen la capacidad de causar daños a terceros y además en nuestro país representan una inversión considerable, por lo que la legislación brinda una protección especial, distinta a la que se prevé para otros bienes muebles”, explica la abogada Fabiana Cerruti, ex Coordinadora de Asuntos Normativos y Judiciales de la DNRPA y actual docente del curso “Conocimientos y herramientas útiles para la Registración de Automotores”, dictado por FUCER.

Según Cerruti, el Registro del Automotor no es solo un espacio burocrático: es la principal fuente de seguridad jurídica del rubro. “Allí se puede conocer toda la historia de un vehículo, ya sea para comprarlo, tomarlo como garantía de un préstamo o determinar quién es su propietario si hemos sido víctimas de un accidente”, señala.

Muchos trámites pueden hacerse de forma sencilla y con costos bajos, pero la falta de información genera que miles de personas caigan en errores o directamente en manos de estafadores. Uno de los más frecuentes es no concretar la transferencia tras vender o comprar un vehículo. “Si se ha vendido un automotor y no se realizó la transferencia, el vendedor puede realizar una ‘denuncia de venta’ y así, en caso de que se genere algún daño con el vehículo, podrá demostrar que no tiene responsabilidad alguna”, detalla Cerruti.

Del mismo modo, quien compra sin completar la transferencia corre un riesgo: “La intervención de un encargado de registro es imprescindible para ser comprador de buena fe y a su vez garantiza que no puede tener ningún perjuicio, ya que, en ese caso, aun cuando haya algún error que pudiera frustrar el negocio, el propio encargado asume la responsabilidad y debe indemnizar cualquier daño que se produzca”.

Incluso en situaciones más complejas, como divorcios o herencias, el registro permite resolver la adjudicación del automotor sin pasar por un juzgado o una escribanía. “Solo con la sentencia de divorcio o la declaratoria de herederos, si todas las partes son mayores y están de acuerdo, puede hacerse directamente la transferencia por solo el 1% del valor del automotor”, explica.

Otro recurso poco conocido es la “denuncia de compra”, útil cuando quien adquiere un vehículo no recibe toda la documentación necesaria. Cerruti detalla: “Puede obtener una cédula que le permite circular hasta tanto se transfiera”.

Y, por supuesto, antes de cerrar cualquier operación, la recomendación es clara: “Es importante conocer las condiciones del dominio y de su titular para evitar estafas, y para ello alcanza con solicitar un informe de dominio. Se puede pedir desde cualquier computadora o celular, recibiendo la respuesta por correo electrónico en cuestión de horas, por un costo menor que el de un alfajor en cualquier kiosco”.

El desconocimiento en estas cuestiones no solo afecta a particulares: también impacta a mandatarios, profesionales del derecho, registradores y colaboradores del sistema. Por eso, el curso que dictará Cerruti a partir del 23 de mayo vía Zoom apunta a capacitar en los aspectos clave del sistema registral, con módulos teóricos y prácticos que abarcan desde la inscripción inicial de vehículos hasta medidas cautelares, prenda, leasing, fideicomiso y normativa UIF. Está dirigido a quienes se desempeñan o se vinculan con la registración de automotores y ofrece la posibilidad de contratar los módulos de forma individual.

“Los conflictos que se generan por falta de conocimiento son evitables. Basta con conocer las herramientas adecuadas y aplicarlas a tiempo”, concluye Cerruti. En un país donde el valor de un auto es alto y los riesgos legales son frecuentes, saber es poder.