La casa es un lugar seguro para las familias, pero, el hogar tiene “enemigos” silenciosos y escurridizos que pueden afectar de forma negativa la vida diaria de la cocina y arruinar los alimentos. En muchas ciudades es común y frecuente tener “visitantes” inesperados en las alacenas y, por eso, la limpieza exhaustiva es ineludible para darle fin a la situación.
Asimismo, hay un truco casero que evita la contaminación de plagas en la cocina con solo tres ingredientes naturales. Si hay algo que preocupa a los adultos de cualquier hogar es la aparición de insectos en la cocina. Cucarachas, gorgojos y hormigas suelen esconderse entre alacenas, estantes o rincones oscuros y, para reducir hasta terminar con dicha invasión, además de la limpieza y rotación de los alimentos, hay una fórmula casera que promete mantenerlos bien lejos y, sin necesidad de usar insecticidas.
Es una receta simple y efectiva, cuyo secreto está en la preparación de una combinación de tres ingredientes naturales, de los cuales, dos siempre están en la mayoría de las casas, ya que, condimentan las comidas, dándole un sabor particular a los tucos principalmente. Se trata del laurel seco y el clavo de olor, y a ellos se le suma el bicarbonato de sodio. Esta mezcla, además de ser económica y segura para hogares con niños o mascotas, resulta un eficaz repelente contra las plagas más comunes de la despensa.
La combinación del aroma del laurel y el clavo con la capacidad absorbente del bicarbonato crea una barrera que ahuyenta a los insectos sin dañar el ambiente ni contaminar los alimentos.
¿CÓMO SE PREPARA LA PÓCIMA PARA PROTEGER LOS ALIMENTOS DE LA ALACENA?
La “magia” se prepara en cuatro simples pasos.
* Primero se deben colocar dos cucharadas de bicarbonato en un pequeño recipiente abierto, el cual puede ser una tapa o un frasco.
* Luego se tienen que agregar de tres a cuatro hojas de laurel seco, troceadas con la mano.
* En tercer lugar, hay que sumar de seis a ocho clavos de olor.
* Y, una vez realizada la mezcla se debe ubicar la misma en estantes y lugares oscuros de la cocina, especialmente cerca de alimentos no perecederos.
Cada ingrediente tiene una función específica que en la combinación de los tres genera rechazo a los insectos y la aleja de la cocina.
El clavo de olor contiene es un componente con propiedades repelentes naturales. Por su parte, el laurel tiene un aroma penetrante que muchas plagas detestan y, el bicarbonato ayuda a absorber humedad y olores, generando un ambiente menos atractivo para insectos. La combinación es potente y un alivio para las familias.
Como todo, la renovación es importante para mantener el efecto activo y, esta no es la excepción. Por eso, para mantener su efectividad, se recomienda reemplazar la mezcla cada dos semanas o bien, cuando la intensidad del aroma disminuya. Además, para reforzar el truco se pueden armar y colocar pequeñas bolsas de tela con esta fórmula dentro de cajones o frascos.
En este sentido, la fórmula es un aliado más contra las plagas, ya que el truco casero no reemplaza la limpieza regular de la cocina, pero sí puede ser una ayuda extra para prevenir problemas. Es especialmente útil en verano, cuando el calor acelera la reproducción de insectos y su búsqueda de alimentos.