El Gobierno boliviano advirtió este domingo con la posibilidad de una intervención de las Fuerzas Armadas si la convulsión social escala al punto de comprometer la estabilidad democrática y electoral del país.
Así lo afirmó el ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, a los medios estatales en torno a una creciente ola de protestas políticas y contra la crisis económica que amenaza con desbordar el control policial y alterar la cuenta regresiva hacia las elecciones generales del 17 de agosto.
“Si la situación se complica a un extremo realmente de poner en riesgo la estabilidad política, la estabilidad democrática y el proceso electoral, el alto mando militar se reunirá, bajo el liderazgo del capitán general (presidente Luis Arce), para considerar las medidas necesarias en resguardo de la institucionalidad, la paz social y los derechos ciudadanos y también lo que es el proceso democrático que se lleva adelante”, declaró Novillo.
La advertencia llega en un contexto en el que sectores afines al expresidente boliviano Evo Morales intensifican movilizaciones en distintos puntos del país, exigiendo su habilitación como candidato presidencial.
Durante la semana pasada, simpatizantes de Morales protagonizaron choques con la Policía al intentar irrumpir en la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para forzar la inscripción del exmandatario. El ente electoral ratificó que Morales no puede ser registrado debido a que no representa a ninguna organización política habilitada y el plazo para inscripciones ya venció.
“El derecho a la protesta sí está garantizado. Pero cuando estas protestas transgreden y afectan los derechos de terceros, es decir, corresponde actuar al Estado a través de sus órganos respectivos, porque la misma Constitución tiene sus mecanismos legales para que pueda, sobre todo, controlar el orden constitucional y la paz social”, aseguró Novillo.