“En este momento empíezan a pesar más las encuestas de opinión pública que los balances de las empresas. En Wall Street quieren saber si este modelo tiene chances a largo plazo”. La frase pertenece a un operador bursátil con larga experiencia tanto en Buenos Aires como en Wall Street, y refleja las razones por las que los inversores aún tienen dudas sobre traer sus dólares a la Argentina.
Para el viceministro de Economía, José Luis Daza, “el kirchnerismo se dio cuenta de la potencia de tener un superávit fiscal, tiene efectos positivos por todos lados, desde el crédito, la formación de expectativa”, y destaca que “solo cinco países lo tienen”.
“El kirchenismo lo sabe, y están tratando de destruir el superávit”, dispara Daza, un reconocido economista chileno, íntimo del ministro de Economía, Luis Caputo, que vive en Estados Unidos pero decidió venir un tiempo a la Argentina con su esposa para asumir como su número dos.
“Por ahí te terminas quedando acá”, le bromea Caputo de vez en cuando, ya que ambos están fascinados con Javier Milei.
El propio Daza lo explica así: “Hay una fascinación en el mundo con Milei, América Latina es un continente que se quedó atrasado, al único que le está prestando atención en el mundo es a Milei”.
“El embajador de Alemania me dijo que Milei es un fenómeno mundial, sobre todo entre los jóvenes. Lo ven como un revolucionario frente a modelos que fracasaron. Y eso es esencial, porque el continente lo está mirando”, dice el viceministro, y la cara se le ilumina.
Y sorprende con un dato. “Entre los diferentes países que visito, es en los nórdicos donde hay más entusiasmo por Milei”.
La duda que tienen los hombres de negocios es si este modelo que tanto los seduce tiene espaldas políticas para avanzar a largo plazo, para profundizarse, en una Argentina que siempre fue un dolor de cabeza para el mundo financiero, por sus constantes cesaciones de pago.
El ajuste aplicado por Milei fue tal vez el más fuerte de la historia reciente de la Argentina. y durante 2024 golpeó la línea de flotación de millones de familias argentinas que vieron cómo sus gastos diarios se multiplicaban.
Una inflación que no dio tregua -sobre todo en la primera mitad del 2024-, tarifazos sin muchos precedentes, cuotas de prepagas que se multiplicaron a la estratósfera, precios de medicamentos por las nubes que destruyeron el poder adquisitivo sobre todo de los jubilados y pensionados, y una frase repetida en los barrios de todas las clases sociales, “La plata no alcanza para nada”, erosionaron los bolsillos ya de por sí flacos de la mayoría de los argentinos.
En el própio Gobierno hay funcionarios que dicen no saber “cómo la gente aguantó semejante ajuste”.
Luis Caputo tiene su propia interpretación de eso: “El presidente Milei me dijo que encaremos el ajuste, pero cuidando a los más vulnerables”, dice.
Destaca que “el gasto social subió 2 puntos del Producto Bruto, y sacamos a los intermediarios, con lo que se duplicaron la AUH y la tarjeta Alimentar. La gente terminó recibiendo cuatro veces más”.
“Se sacaron 10 millones de personas de la pobreza y la economía está creciendo al 6%”, repite. Y, de paso, recuerda que está en campaña, y le tira un palo al kirchnerismo: “Hay otro mito que hemos destruido, porque decían que, si se hacía un ajuste, la economía colapsaba, y fue lo contrario”, señala.
“Tras el año en que redujimos el gasto del Estado un 30%, la economía ahora crece al 6% anual. El ajuste lo hizo el sector público en gasto espurio y corrupción”, dice Caputo.
Y explica que “por eso no hay una explosión social en la calle”.
QUÉ VE EL MERCADO
La semana en el mercado local estuvo marcada por la incertidumbre política y la volatilidad del Merval.
Aunque el viernes cerró con una suba del 2%, el balance semanal arrojó una baja de alrededor del 5%.
Para el economista Leonardo Alberto, el futuro del mercado “dependerá del resultado electoral”.
“Si en las elecciones de medio término La Libertad Avanza logra un caudal de votos significativo, el mercado debería recuperar lo perdido”, declaró el especialista a Canal E.
Incluso, vaticinó que no sería necesario un triunfo contundente en las legislativas: “Basta con una señal de respaldo para que los inversores se animen, porque los fondos internacionales están en el famoso estado de ‘wait and see'”.
QUÉ PASÓ EN LA SEMANA BURSÁTIL
Durante la semana, el mercado local mostró movimientos moderados en el tipo de cambio oficial y los dólares financieros, mientras que los bonos en pesos mostraron un sesgo vendedor.
“La curva CER enfrentó presión vendedora durante la mayor parte de la semana, con subas de rendimiento más acentuadas en el tramo corto”, explican los expertos de la empresa de servicios financieros Criteria, en su reporte semanal.
En cuanto a los bonos en dólares, desde Criteria señalan que “mostraron volatilidad durante la semana, ya que tras cierta firmeza entre martes y miércoles, las ventas dominaron el jueves y viernes, en un contexto internacional más adverso y con menor apetito por el riesgo argentino”.
Un punto clave fue el buen debut del Bonte 2030, el primer bono que un gobierno argentino logró colocar entre inversores exntajeros en siete años.
Los especialistas de Criteria destacaron que el Bonte tuvo “buena demanda inicial y cierre en 28% de la Tasa Interna de Retorno (TIR)”.
Pero además, los bonos cortos rindieron alrededor de 34,3%, los medios 32,9% (TEM 2,40%) y los largos cerca de 29,9%, destacaron estos especialistas.
Pero subrayan una cuestión clave: “La colocación del BONTE 2030 a inversores internacionales la semana pasada no logró ser un catalizador suficiente para reducir el riesgo país, que se mantuvo por encima de los 680 puntos básicos hacia el cierre de la semana”.
“Con la política ganando protagonismo, el dato de inflación nacional que publicará el INDEC el jueves será clave para la próxima semana”, explican los analistas de Criteria.