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Carlos Alcaraz y una remontada histórica del heredero indeclinable al trono de Roland Garros

El tenista español Carlos Alcaraz (2°) se quedó con el título en Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada, concretando una remontada histórica e inolvidable ante el italiano Jannik Sinner (1°).

Dueño de una mentalidad inquebrantable, Alcaraz se sobrepuso a perder los primeros dos sets y ganó por 4-6, 6-7 (4/7), 6-4, 7-6 (7/3) y 7-6 (10/2) para revalidar su corona en el Abierto francés y remarcar su condición como el heredero natural de su inolvidable compatriota Rafael Nadal.

Además del nivel y la entrega sobre el polvo de ladrillo, hay un dato que los asemeja y estremece al mundo del tenis: con el quinto título Grand Slam de Alcaraz, ambos alcanzaron su quinta conquista con 22 años, un mes y tres días. Ni uno más, ni uno menos.

Impenetrable, perseverante, resiliente, consistente, determinado. Esos son algunos de los adjetivos que describen a un Carlos Alcaraz que con sólo 22 años ganó una final que recordará hasta el último de sus días, y más de un fanático tampoco podrá olvidar.

Se enfrentaba al mejor tenista del mundo, el italiano Jannik Sinner. Una topadora italiana, una de las derechas más veloces del mundo, una fuerza de piernas impresionante y una mentalidad fría e inalterable, quizás hasta hoy.

El comienzo del partido fue un fiel reflejo del campeonato que venía haciendo Sinner, triunfando en los primeros dos sets, por 6-4 y 7-6. Así, el italiano mantenía su racha de 20 sets consecutivos, no había perdido un set en todo el certamen, y se encaminaba a un título inobjetable, pero enfrente seguía estando Alcaraz.

Con el inicio del tercer set, el español parecía contrariado. Sufriendo un quiebre en su primer game al servicio, llegó a comentarle a su equipo que los astros parecían “alineados” en favor de Sinner, pero sería en ese momento cuando su juego comenzaría a cambiar. Con un estilo ofensivo y recibiendo los segundos saques del italiano en una posición cercana a la red, un revés paralelo de Alcaraz fue devuelto sin precisión por el italiano, con lo que recuperó el quiebre.

Manteniendo su servicio con un ace, “Charly” tuvo un nuevo break point en el juego siguiente, para el que tuvo que defenderse y contragolpear con un nuevo revés paralelo, que lo puso en ventaja por primera vez en el partido. Tras algunos juegos con poco movimiento en el marcador, el nacido en el norte italiano pudo recuperar el quiebre. De todas formas, una derecha invertida seguida por una volea le alcanzaron a Alcaraz para cortar con la constancia de Sinner y forzar un cuarto set. El semblante del español ya era otro.

En el cuarto parcial, el italiano logró quebrar en el séptimo juego y tuvo tres puntos de campeonato dos games más tarde, pero tres errores en el momento menos indicado, dos con el drive y uno con el revés, prolongaron el partido. Alcaraz pudo quebrar en el juego siguiente y se impuso con comodidad en el tie-break, llegando al set decisivo y manteniendo a la bestia a raya.

Pero el quinto set no podía no hacerle justicia a la final más larga, y una de las mejores, de la historia de Roland Garros. Alcaraz quebró de arranque, pero el italiano recuperó el break en el décimo juego. Llegaría un super tie-break, en el que Sinner demostraba signos de cansancio por primera vez, tras una final que superó las cinco horas y media de duración.

El desempate final favoreció a Alcaraz desde su principio. Con derechas paralelas y cruzadas, un revés paralelo, una volea y algunos errores de parte del italiano, Alcaraz quedó con el marcador en su favor por 9-2. Así, el servicio al cuerpo de Sinner fue devuelto con un revés centralizado, para que luego un passing shot de derecha sobrepase al italiano, que había subido a la red, pique a centímetros de la línea y se convierta en historia pura del tenis.

Como alguna vez dijo Novak Djokovic, tras ser campeón del Masters de Cincinnati de 2023, “los españoles nunca mueren”, una frase que comparó a Alcaraz con Nadal y, con el paso del tiempo, es cada vez más cierta.

El “Charly” que recibió ese comentario tenía 20 años, dos Grand Slams en el lomo y ya había liderado el ranking ATP. El Alcaraz actual ya consiguió cinco “majors” y es bicampeón de Roland Garros. Y su historia recién está empezando.