Un alumno de una escuela de Córdoba será juzgado por utilizar la Inteligencia Artificial (IA) para colocar imágenes de los rostros de sus compañeras en el cuerpo de algunas mujeres en videos pornográficos.
Se trata de un estudiante del Instituto Superior de Comercio Manuel Belgrano, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba, que manipuló las fotos de las adolescentes y las publicó en un sitio web para adultos.
El padre de una de las víctimas radicó la denuncia en julio de 2024 y, de acuerdo a la presentación, el sospechoso utilizó técnicas como “face swapping” (intercambio de caras con IA), superpuso los rostros de varias menores, de entre 15 y 16 años, en cuerpos desnudos de mujeres adultas que extrajo de páginas pornográficas.
Los investigadores constataron que el estudiante realizó diversas descripciones que cosificaban a las damnificadas, todo generado con IA, a la vez que incorporó hipervínculos a las cuentas de las redes sociales de ellas, por lo que fueron contactadas por los usuarios de las mencionadas plataformas.
En este sentido, el fiscal del caso, Pablo Cuenca Tagle, precisó que las alumnas sufrieron “severos daños psicológicos”, como por ejemplo “baja en el rendimiento escolar y deportiva, cambios bruscos de rutina, vergüenza, desgano y temor” y afirmó que “pruebas abundantes” para que la Justicia dicte un veredicto condenatorio.
Por otra parte, el abogado de tres de las 16 víctimas, José Dantona, dialogó con radio Cadena 3 y describió: “Algunas imágenes fueron eliminadas, pero otras persisten en Internet, asociadas a sus nombres, lo que genera un daño permanente”.
A su vez, sostuvo que el “face swapping” no está tipificado en el Código Penal, por lo que debió buscar “un atajo legal” para encuadrar el ilícito: “Ni las instituciones ni la legislación se encuentran preparadas para afrontar las consecuencias adversas que puede causar la inteligencia artificial”.
“Con 10 renglones en el Congreso se podría regular esto en una semana”, añadió el letrado.
El acusado, en caso de ser considerado culpable, puede enfrentar condenas de entre 20 y 30 años.