El culebrón nacional no ficticio denominado como “Wandagate” suma un nuevo capítulo de la mano del abogado penalista Gonzalo Romero Victorica, defensor de Mauro Icardi, que sostuvo que el futbolista es “víctima de una situación de desigualdad” y que, que sea violento con la madre, no implica que lo sea con las menores.
El letrado rememoró el último intento de que Icardi se encuentre con sus hijas. Esto no ocurrió porque el futbolista se encontraba acompañado de su pareja, Eugenia “La China” Suárez. El acto incumple con una solicitud directa.
Sin embargo, Romero aseguró: “La revinculación no se vio empañada en absoluto. Mauro Icardi tiene una posición que difiere de la justicia en cuanto a las circunstancias o condiciones en las que debe hacer la revinculación”.
En esta línea, el abogado agregó: “El asesor de menores ya había dicho que no era necesario continuar con el proceso, sino, simplemente tener la comunicación que le corresponde como padre. A él le gustaría que las circunstancias fueran ecuánimes”.
“Hay que separar el trigo de la paja. Una cuestión implica las denuncias que la señora Wanda Nara hace sobre supuestos episodios de agresión o violencia. Una cuestión muy distinta es el trato o la relación que tiene que tener con sus dos hijas menores”.
“La justicia es dispar. Le impone a Mauro Icardi, condiciones absolutamente dispares respecto a las que se le imponen a Wanda Nara”, continuó el letrado en referencia al tiempo que la conductora pasaba con Elián Valenzuela y sus hijas.
“Una cosa es si Icardi es violento con la madre de las hijas, pero de repente las chicas (…). Nara puede estar con un señor que tiene problemas de adicción severos y antecedentes penales”, remarcó el abogado en una polémica frase.
“Cualquier circunstancia para la señora Nara y sus abogados polémicos es oportuna para intentar negarle el contacto. Hablamos de una señora que no está en el país hace 15 días, no está con los hijos”.
“Considera que está siendo víctima de una situación de desigualdad. Hay que resguardar a las dos nenas menores del contacto con un señor que tiene severa adicción, reconocida por él y por su manager”, concluyó el letrado.