La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) relevó que el precio promedio al que las estaciones de servicio despacharon el gasoil en mayo cayó 2,1 por ciento y fue el único componente del costo del transporte con variación negativa dentro de un índice que subió apenas 0,81 por ciento en el total.
“Estamos viendo algo poco común: operadores que empiezan a pelear por el cliente del transporte con descuentos, promociones o mejores condiciones de abastecimiento”, destacó el informe realizado por la entidad.
La fuerte competencia entre estaciones de servicio, el diferimiento impositivo establecido por los decretos 296/25 y 368/25 y la baja internacional del crudo de ese mes se combinaron para que se abaratara el gasoil en las bocas de expendio.
Este mes la historia se repite: arrancó con una suba leve en los precios de los combustibles —cercana al 1,5%—, llevando la nafta súper a $1.186 y la premium a $1.405 en las estaciones más económicas de YPF en la Ciudad de Buenos Aires.
MEZCLAS DE COMBUSTIBLES
El gobierno fijó como precio mínimo de adquisición del biodiésel destinado a su mezcla obligatoria con gasoil en $1.276.874 por tonelada, para las operaciones a llevarse a cabo durante junio de 2025 y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace.
Pero esa referencia no se aplica en todos los despachos de combustibles, sino que se sujetan a la política de precios de cada una.
Como los usuarios pueden acceder a descuentos de hasta el 30% gracias a promociones bancarias y de apps, que incluso permiten ahorrar hasta $40.000 durante el mes, de nuevo cobra importancia la competencia en las estaciones de servicio en beneficio del valor final del combustible.
LAS COLAS DE CAMIONES HABLAN
Así como había época que el aglomeramiento de camiones frente a algunas parrillas en los mediodías se tomaba como sinónimo de que “ahí se come bien”, en el caso de los combustibles se repite el axioma vial: donde se juntan para cargar están los mejores precios.
La gran novedad, según FADEEAC, es que las estaciones pasaron de una actitud conservadora a una ofensiva comercial que busca atraer volumen y fidelizar flotas.
Puso de relieve, en tal sentido, que tanto operadoras de bandera como independientes comenzaron a ajustar márgenes y generar incentivos para garantizar un mayor caudal de ventas, con la mirada puesta en un segundo semestre que podría traer más actividad económica.
PROMOCIONES
En ese mismo mes, los precios de los combustibles de YPF habían sido subidos entre 0,2% y 0,46%. Pero gracias a promociones bancarias y de las mismas estaciones de servicio, se podía ahorrar hasta un 30% al pie del surtidor.
Fue como un subibaja ya que a comienzos del mes, la petrolera estatal había reducido sus precios en un 4%, pero con el alza confirmada del biocombustible usado para la nafta y el gasoil, los montos volvieron a incrementarse.
El resultado final en los costos de la logística se redujo al cabo de la ecuación y el mismo litro del gasoil que el gobierno había autorizado a aumentar, terminó siendo más bajo en el ticket al transportista.
De este modo, el gasoil, que durante años encabezó las subas de costos en la logística, se convirtió en un inesperado aliado.
En varias provincias, el movimiento comenzó a notarse: más camiones cargando, operadores revisando precios casi a diario, y una creciente expectativa de que la demanda comience a mostrar señales de recuperación sostenida.
“El transportista está atento, pero vuelve a mirar las pizarras con otros ojos”, afirmaron estacioneros consultados, que hasta hace poco tiempo registraban caídas significativas en los volúmenes de despacho.
Los automovilistas con motores diésel están atentos ahora adónde cargan los camioneros.
