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La crisis láctea: la gigante que se hunde por las deudas y la histórica que busca resurgir

Lleva casi un mes la paralización de las tres plantas de Lácteos Verónica (las de Clason, Lehmann y Suardi, más la distribución), con 700 trabajadores que cesaron tareas por no haber cobrado una parte del sueldo de abril y la totalidad de mayo.

Ante la falta de acuerdo entre la parte patronal y sindical en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, el caso se trasladó a la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde se exhortó “a los actores intervinientes en autos a que busquen canales adecuados de diálogo y extremen sus compromisos a los fines de acercar posiciones y superar el conflicto denunciado en el marco de la autonomía colectiva”.

Las autoridades de la empresa tampoco despejaron la incertidumbre en torno de plazos de reactivación, cancelaciones de deudas y un reordenamiento de la situación con los tambos y otros proveedores que le permitan contar con materia prima a los efectos de poner en marcha las líneas de producción.

Algunas versiones indican que los titulares de la firma se habían reunido la semana anterior en Agroactiva con funcionarios del Banco de Santa Fe, intentando gestionar un crédito para mejorar las condiciones económicas vigentes, que apremian a la láctea.

Esto se habría dado luego de la visita de uno de los integrantes de la familia Espiñeira a la planta de Clason, donde no hubo manifestación alguna sobre la situación, con lo cual se generaron más incógnitas.

La representación gremial continúa, en tanto, respetando las intenciones de los trabajadores, de cumplir con sus turnos laborales y controlar los productos terminados.

El impacto de la paralización de Verónica, la caída en el proceso de litros de leche, la pausa en la circulación del dinero en las comunidades, son todos aspectos a considerar al momento de poder reactivar la empresa.

Recobrar la confianza con los tambos, que ahora ya trabajan con otras empresas en tiempos de mayor demanda de materia prima, no será una labor sencilla.

También quedó resentida la relación con los empleados, los transportistas, los proveedores de insumos y servicios, luego de que transcurrieran muchas semanas de significativo silencio y de disimuladas reacciones.

EL CASO SANCOR

En la industria láctea santafesina campean más casos de incertidumbre, debido a que otro gran complejo venía tambaleando por estos días: la cooperativa SanCor, que acaba de firmar acuerdos con las empresas Elcor —para la producción de manteca marca Tonadita—, La Delfina y Delpack.

Sancor viene de un estrangulamiento financiero tras otro, que la obligó a redimensionarse y cambiar el perfil, resignando marcas propias en pos de un plan de recuperación productiva.

Lo viene llevando a cabo a través de nuevos convenios comerciales que permitirían ampliar la elaboración para terceros y reactivar plantas que hoy se encuentran paralizadas.

Lácteos Verónica, en cambio, permanece paralizada por la deuda salarial, que se suma el reclamo de los tambos remitentes del insumo, con cheques rechazados acumulados por 1.500 millones de pesos, lo cual se imposibilita la continuidad del suministro.

Y agrava la situación la deuda declarada con diferentes entidades financieras, de casi ocho mil millones de pesos, registrada en el Banco Central de la República Argentina, la cual le corta la posibilidad de acceso a nuevos créditos.

En los últimos años, el proceso promedió los 700 mil litros diarios, ahora el movimiento de leche cruda es mínimo y ocasional, como sucediera una semana atrás para la producción de leche fluida larga vida.

PUESTA EN MARCHA

En cambio, Sancor proyecta reiniciar la operatoria de dos de sus plantas actualmente inactivas: la de Devoto, destinada a la elaboración de crema y quesos untables, y la de La Carlota, orientada a quesos duros.

Actualmente, procesa cerca de 60.000 litros de leche diarios, pero con los nuevos acuerdos prevé ampliar su capacidad de captación a alrededor de 300.000 litros diarios hacia fines de junio, lo que también significaría mayor actividad industrial y la posibilidad de reincorporar tambos proveedores.