El actor y humorista Dady Brieva se preguntó “¿Por qué se excitan tanto cuando dan un palazo?”, en referencia a las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones de jubilados y otras minorías, en el contexto de su obra de teatro actual: “Un grito de corazón”.
Brieva no se siente completamente identificado con la división de colectivos como el de actores, aunque es parte, entre disyuntivas políticas y con una ex presidenta condenada, Dady sigue en pie de guerra artística. En diálogo con Luisa Valmaggia en Contando los días por Splendid AM990, el artista explicó los pormenores de su obra.
El actor enfatizó que la pieza “no es tan panfletaria” como para añadir “Viva Perón” en el título: “En los 70’ cuando militamos en la JP regional de Santa Fe, siempre nos decían que no teníamos que ser tan groseros en el discurso de adoctrinamiento. Había que ser sutil”.
En cuanto al nombre del espectáculo, reveló: “Victor Hugo un día me marcó que no se nombra la palabra Perón y le dije que no hace falta porque realmente es tan peronista que no es necesario ni decir Nestor o Cristina”.
“Es una manera de hacerle entender al pueblo que en el fondo somos todos peronistas, aunque el negro peronista te averguence. Siempre digo que nosotros con camisa celeste, no somos del PRO, somos colectiveros”, continuó.
Con un deje de melancolía, el artista reflexionó: “Qué cosa más linda haber sido hijo de un obrero y estudiar abogacía. Qué cosa más linda que tu mamá, que fue empleada doméstica y una modista del barrio, vos estudiaste ingeniería o ciencias de la comunicación”.
En este contexto, apuntó: “Entonces ¿por qué decís que sos apolítico o te hacés el pelotudo? es un momento en que estamos al borde de la tercera guerra mundial y vos sos apolítico, una ameba tiene más dignidad que vos”.
En cuanto a los últimos reclamos en la vía pública, Dady explicó: “No soy de los que aparecen para la foto en las manifestaciones, me da mucha vergüenza ponerme al lado del campeón y sobre todo cuando hay festejo, aparezco cuando hay tiros, me divierte más. Pero sí voy”.
“Tampoco me gusta la pertenencia del Colectivo de Actores porque no me gusta. Siempre me definí como un francotirador. No me gusta el arreo y como ya estoy grande y mañoso, no me gusta ser del colectivo de locutores o de actores. Pertenezco al grupo, pero no me gusta ese arreo”.
Con un panorama político movilizado y bajo la opinión de sus pares que consideran que el peronismo se “despertó” con la condena a Cristina Kirchner, Brieva sostuvo: “Venía bastante deprimido porque quienes estamos del otro lado de la tribuna miramos como juegan el partido, pero no vamos al vestuario a donde están los jugadores o la comisión directiva. Esto de tratar de adivinar nos llevó a tomar partido inconscientemente sólo por no saber de qué se trata”.
“En todo este tiempo en que Cristina estaba peleada con el hijo adoptivo y después con el otro hijo, nos pasó de no saber qué hacíamos. Salió el sol y me regocijé como cuando tenía 17 años con la imagen de verlos a todos juntos con la ilusión del pueblo peronista. Los que están fogoneando con salir a la calle es el pueblo”.
Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia contra la ex mandataria, los reclamos de La Cámpora y otras agrupaciones, no tardaron en hacerse visibles: “Con las barricadas en las rutas que se hicieron en dos horas, me parece que se produjo una especie de 17 de octubre”.
En vísperas al Día del Padre, el actor rememoró: “Mi papá no era duro por ser policía, sino porque la mayoría de los padres de antes, ya sean panaderos y carniceros, eran duros. Era una época en donde el hombre se manifestaba de cierta manera y no había análisis o psicólogos. Había compromiso y presencia paternal que uno tenía que intuir”.
“Por suerte, nosotros pudimos esmerilar esa parte troglodita que tenemos y tratar de ser mejores personas a través del análisis y ese tipo de cosas como lo que me enseñó mi mujer. Como todo padre de antes, hicieron lo que pudieron con dos escarbadientes y eso es muy valorable”, aseguró.
“Entre tanto pendiente que tenemos con nuestros padres, tenemos que dar como una amnistía a esos comportamientos que nos hicieron tanto daño, de esos padres que le peleaban a Rambo con un alicate e hicieron tanto con tan poco”.
“También esas madres que fueron madres y padres y evoco la figura de Cristina al no estar el general -Juan Domingo Perón- y no estar Nestor -Kirchner-, es de esas guías que nos dirigen y motivan. Son como faros que son mujeres e hicieron de padres por ausencia y tuvieron que llevar a una familia adelante, también las saludo”.
No obstante, su militancia surge de la niñez: “Vengo de un hogar peronista. Mi viejo era más peronista que Perón. Mi viejo tiró a favor de Perón en el ’55. Fueron de las fuerzas de seguridad comprometidas”.
“Por eso, yo me pregunto sobre las fuerzas de seguridad de ahora, ¿por qué se excitan tanto cuando dan un palazo? ¿Cómo no logramos tener una fuerza de seguridad popular? Son todos morochos como nosotros, no sé por qué se ponen en la vereda de enfrente, aún por trabajo”, concluyó.