En una jornada marcada por la movilización popular en apoyo a Cristina Kirchner, la Plaza de Mayo volvió a ser escenario de una multitudinaria marcha en la que no faltaron los clásicos de toda concentración peronista: cánticos, banderas, bombos y, por supuesto, el infaltable “choripán”.
Desde temprano, columnas de manifestantes comenzaron a llegar desde distintos puntos del conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
MARCHA POR CRISTINA KIRCHNER: CHORI Y PATY
A medida que avanzaban por Diagonal Norte, Diagonal Sur y Avenida de Mayo, se multiplicaban los tradicionales puestos callejeros de comida, que forman parte de la liturgia de cada acto peronista.
Pero como suele suceder, el fervor militante no exime del gasto: los precios de la comida llamaron la atención de más de uno. El “chori”, emblema culinario de estas jornadas, se consigue por cifras que oscilan entre los 2.000 y los 3.000 pesos, al igual que las hamburguesas. El sándwich de bondiola, generoso en tamaño y sabor, cotiza a $3.000, mientras que las bebidas —gaseosas o agua— se venden a $2.000.
Además, algunos kioscos cercanos a la Plaza ofrecen una opción más modesta: sándwiches de jamón y queso acompañados por un vaso de gaseosa, todo por $2.000.
Si bien los precios no son accesibles para todos los bolsillos, la postal de los puestos humeantes y el aroma a parrilla son parte inseparable de cada movilización política que pisa el centro porteño. La marcha por Cristina no fue la excepción.