La victoria de River en el debut del Mundial de Clubes ante Urawa Red Diamonds llegó con un golpe inesperado: la dura lesión de Sebastián Driussi, quien debió salir del campo luego de marcar el segundo gol del partido.
El diagnóstico se confirmó en la madrugada: esguince severo del ligamento interno del tobillo izquierdo. El delantero estará fuera de las canchas al menos dos meses, por lo que se pierde el resto del certamen internacional y su presencia en los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Libertad de Paraguay está en duda.
El golpe se produjo a los 48 minutos del segundo tiempo, cuando el delantero saltó para disputar una pelota y fue desestabilizado en el aire por el arquero Nishikawa. La caída fue aparatosa y el tobillo izquierdo quedó comprometido.
Driussi fue retirado entre gestos de dolor y, según el periodista Juan Pablo Varsky, alcanzó a decir en el banco “me rompí todo”. Minutos después, Miguel Borja ingresó en su lugar.
El entrenador Marcelo Gallardo expresó su preocupación en conferencia de prensa, incluso antes de que se conocieran los estudios: “Desafortunadamente tuvimos el episodio negativo de Sebastián. En principio es un fuerte dolor en el tobillo, pero hay que esperar los estudios”.
Con Driussi fuera del torneo, el “Muñeco” deberá reconfigurar su esquema ofensivo. Las opciones más inmediatas son el ingreso de Borja como referencia de área, o bien mover a Colidio como centrodelantero y sumar un volante como Maxi Meza o Manuel Lanzini.
La lesión de Driussi también podría acelerar decisiones en el mercado de pases. Con el joven Agustín Ruberto aún en recuperación y Gonzalo Tapia relegado, el plantel quedó corto de variantes en ataque.
Mientras tanto, River se prepara para el duelo decisivo ante Rayados de Monterrey, con la clasificación a la siguiente ronda en juego y un hueco difícil de llenar en el frente de ataque.
