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Mike Amigorena se probó en la Rock & Pop: “La comedia es un bálsamo en tiempos de crisis”

El actor Mike Amigorena consideró a la comedia como “un bálsamo” en momentos de crisis sociales, en el marco de su participación en La cena de los tontos, su reciente prueba como conductor radial y el entusiasmo por permitir que su hija Miel, de cinco años, descubra su faceta artística.

En medio de un clásico teatral y la experiencia de un nuevo disco, se animó a reemplazar a Gonzalito Rodríguez en Tardes Bestiales por Rock & Pop y, en este contexto se mostró respetuoso ante su debut radial. En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas reveló: “Me volví loco. Siempre me gustó la radio, pero hay que dedicarse. Esto es como un approach”.

Con voz de locutor y la colocación verbal adecuada desde el inicio del programa, Amigorena se sintió “cómodo” y en ese sentido se encontró con una respuesta “hermosa” por parte de los oyentes: “Estoy re contento. Había algo interno que me decía ‘confiá que va a salir todo bien’ ¡Es la Rock & Pop! No es una radio (…). Tiene muchos oyentes, con una trayectoria enorme y por algo es”.

Es que el conductor del ciclo inició una travesía de nueve días en donde cruzó uno de los mares más complicados en un barco a vela. Así eligió a quienes quedaron en su lugar, tales como el cantante y actor que relató: “Me llamó y me preguntó si me animaba a reemplazarme. Me dio fiaca al principio porque es Rock & Pop y son tres horas”.

“Pero, mi lado interno me decía que es una oportunidad para que el oyente me sienta y como una especie de casting en un futuro. Una vez que dije que sí, me desentendí. Aunque me mandaron audios y demás, sabía que tengo que ser yo. No tengo que aprenderme nada, estar tenso o quedar como un locutor ni mucho menos”, continuó el performer.

Noticias Argentinas – Porque el artista tiene su lado de comunicador

Mike Amigorena – Totalmente. Si hay algo que tengo para ofrecer, es comunicación, formación y nutrimiento del alma. Entonces, hay algo de dar más que para mí mismo. No difundí que iba a estar en la radio, pero no (…). No soy un tipo que se jacta de lo que hace.

NA – ¿Cómo es hacer teatro en épocas efímeras y de tecnología?

MA – Es el juego primario. Lo que hago en el teatro es este mismo que me dijo ‘Vení a la radio que vamos a jugar’. Nos ponemos a jugar. Con la risa constante del público, es un alimento continuo. Siento que ayudé, que hice bien, que saqué una sonrisa. Me siento útil con el don que es mi cuerpo. Es un agradecimiento constante.

NA – ¿Cuál es el objetivo de la comedia en momentos de crisis sociales?

MA – Es un bálsamo. Una anestesia. Lo que provee La cena de los tontos, es una hora y media de risa constante. La gente lo agradece cuando sale. Cómo está la Argentina hoy por hoy, reírse así es vital para el alma. Es fundamental ir al teatro a reírse y a hacer conjeturas. Hay un mensaje muy humano, muy amoroso.

NA – Y relacionado con esto, a veces la gente está muy corta de dinero y, sin embargo, junta para ir al teatro.

MA – Eso es un honor, un privilegio. Si bien hice teatro toda mi vida, nunca me tocó un tren como este en donde la gente se vuelve loca de la risa y va. No estamos en una época en donde se puede tirar manteca al techo. Me siento un privilegiado y agradezco todos los días por eso.

NA – Te considerás un performer. Sobre el arte performático actual ¿Te unís a quienes critican que todo es arte o considerás que está en constante surgimiento?

MA – Hay arte. Todo lo que vos hacés para el otro, es artístico. No es lo mismo que te haga un plato de fideos a que lo haga un cocinero. Así pasa con la perfo, no es lo mismo algo performático mío que la performance de Marta Minujín que es la precursora y pionera. El paso del tiempo te acostumbra a (…) no vulgarizar la palabra, pero mastica mucho.

NA – ¿Cómo ocurre con el actor?

MA – Antes vos no podías actuar si no eras actor. Ahora un influencer o un músico es actor.

NA – ¿Y qué te pasa con eso?

MA – Hay que aceptarlo. Él va a tener que hacer algo para sostenerse. La tracción, hoy por hoy, manda. Mientras vos tracciones hay algo que pasa que surtís efecto. Hay que aceptarlo, es como el Uber como el taxi o la inteligencia artificial. Uno tiene que estar permeable para eso.

NA – Pusiste la voz de tu hija Miel, de cinco años, en la primera canción de tu último álbum.

MA – La tengo todo el tiempo presente. Ahora voy a hacer una canción donde la voy a hacer cantar. Es muy afinada y le voy a decir que haga algunas partes. Afina. Hacerle una canción era mi prioridad y no me costó mucho porque estaba todo el tiempo con ella en pandemia, se generó un vínculo constante.

Fue como una tesis, el hijo para mí, es como una tesis. Una consecuencia de una vida carreteada o una bolla. No es lo mismo ser padre a los 50 años que a los 28 o 30. Cuando sos más grande es como una consecuencia para mí.

NA – ¿En qué sentido?

MA – Es como que ponés todo sobre la mesa y el hijo te lo acomoda. Es una arcilla que vas moldeando de acuerdo a la consecuencia de lo que hayas vivido. Si no tenés tanto carreteo, vas a tener que aprender y moldearte con él. Si sos papá grande, no hay dudas. Hay más certezas. Lo esencial ya lo tenés.