Uno de los protagonistas de la última vez que se cruzaron Boca y Bayern Múnich, Giovane Élber, no esquivó ni los elogios para el Xeneize, a quien definió como “un rival que hay que tenerle respeto”, ni la autocrítica por una jugada polémica que definió la Copa Intercontinental en 2001.
Boca y Bayern Múnich volverán a verse las caras este viernes 20 de junio en un duelo en Miami por la segunda fecha del Grupo A del Mundial de Clubes, más de dos décadas después de aquella recordada final de la Copa Intercontinental en Tokio, por lo que el choque estará cargado de emoción.
El brasileño, que hoy oficia como embajador del Bayern en Sudamérica, destacó el nivel de Boca y advirtió que no será un rival sencillo: “Es difícil. Tienen que estar muy concentrados por los partidos. Claro, Benfica es un equipo que nosotros conocemos más que Boca, pero el Boca tiene nombre”, lanzó, en alusión al reciente empate entre el equipo argentino y los portugueses.
A pesar de la demoledora goleada 10 a 0 frente a Auckland City, Élber pidió no relajarse: “Hay que tener respeto, es como jugar al Manchester City por Champions”. Y no lo dijo por cortesía: el exdelantero sabe de lo que habla, habiendo sido figura en aquella batalla de 2001 en la que Bayern logró imponerse por la mínima.
En ese sentido, sorprendió al reconocer una falta suya en la jugada que derivó en el único gol del partido: “Hoy en día, con el VAR, no sería gol. Porque yo ahí he hecho falta. Y Sami estaba ahí adelante en la portería solo y ha hecho el gol para nosotros”, admitió con franqueza sobre la acción en la que Samuel Kuffour convirtió tras un contacto no sancionado sobre Clemente Rodríguez.
El contexto actual es muy distinto. Boca llega sin títulos recientes y fuera de las últimas ediciones de la Copa Libertadores. Pero para Élber, eso no borra su esencia: “No interesa nada sobre eso. Sabemos que Boca es un equipo vencedor que sabe cómo se ganan los campeonatos”.