El ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, afirmó hoy que a la expresidenta Cristina Kirchner no puede tener “restricciones” en su prisión domiciliaria, y advirtió que el Tribunal le está imponiendo limitaciones “que son de imposible cumplimiento”.
“Está prohibido poner restricciones a la prisión domiciliaria, no las prevé el código penal, son accesorias ilegales que le van poniendo solo porque se llama cristina Kirchner”, manifestó Mena en declaraciones al programa ‘RPM’ que se emite por Radio Splendid.
El ministro aseguró que “no se trata de ningún beneficio” para la exmandataria “sino de garantizar los derechos de una persona. Pero les cuesta mucho, porque pereciera que el odio y el mandato que tienen los hace hacer cualquier cosa”.
Consultado sobre la posibilidad de que el presidente de Brasil, Luiz Inacio ‘Lula’ Da Silva pueda visitar a Cristina Kirchner en su detención domiciliaria, cuando venga al país a principios de julio, dijo que si la Justicia no lo autoriza “no solo sería un escándalo, sino que sería absolutamente ilegal”.
A modo de ejemplo expresó que “el criminal más peligroso, encarcelado en una prisión de máxima, seguridad tiene autorizado no solo a familiares, médicos y abogados, sino hasta cinco amigos de manera constante y los puede ir cambiando todos los días”.
“Que Cristina Kirchner tenga un régimen más gravoso que en una cárcel de máxima seguridad es demencial, y habla de que los mandatos políticos inconfesables que tienen les nublan la razón”, dijo aludiendo al Tribunal Oral Federal 2, que condeno a la exmandataria y le otorgó la prisión domiciliaria.
“El país necesita una profunda reforma judicial” expresó, pero indicó que para eso “se necesitan mayorías calificadas, y la fragmentación política tan grande de la Argentina impide lograr esas mayorías”.
A modo de ejemplo señaló que “el actual procurador interino (por Eduardo Casal) lleva más tiempo en el cargo que los dos anteriores que sí estuvieron nombrados, porque no se juntan los dos tercios que requiere la Constitución”.
Aseguró que “hay un estado deplorable de la Justicia que no satisface a nadie”, y puntualizo que “los informes más serios sobre la percepción del ciudadano común sobre la justicia indica que el 90 por ciento de los argentinos está en desacuerdo”.
