Una persona murió tras una nueva jornada de protestas de diversos sectores contra una reforma de pensiones en Panamá, de acuerdo con el saldo que dieron a conocer fuentes oficiales a medios internacionales.
La víctima fatal fue hallada con “una herida en la espalda”, especeficó un informe del sitio RFI.
Los manifestantes llevan un mes protestando en las calles contra la reforma de pensiones del gobierno del presidente José Raúl Mulino e invariablemente se reportan choques con las fuerzas de seguridad.
Esta vez, la Policía dispersó las protestas con gases lacrimógenos y posteriormente se encontró con una persona fallecida en la vía pública, según afirmó el viceministro de Seguridad, Luis Felipe Icaza.
Esto ocurrió en la localidad de Rambala, provincia caribeña de Bocas del Toro, fronteriza con Costa Rica.
El herido fue atendido por paramédicos en un principio, para luego ser trasladado al hospital, donde posteriormente se declaró su deceso.
Icaza negó que las fuerzas policiales hubieran utilizado armas letales.
Pero la Asociación Universitaria Reforma Estudiantil acusó al gobierno de cometer un “crimen” por el “asesinato de un compañero de lucha”.
Desde el pasado sábado, grupos de personas encapuchadas cortaron con troncos y piedras el paso de vehículos en diversas rutas de Bocas del Toro.
En el intento de contenerlo, el gobierno panameño desplegó un operativo de seguridad con la presencia de 1.300 policías en la región.
El saldo de detenidos superaba las 500 personas, informaron las mismas fuentes.
Todo se desencadenó luego de la aprobación de una reforma del seguro social el pasado marzo en el Congreso.
Sindicatos de la construcción, maestros y grupos indígenas son los principales opositores, quienes argumentan que la nueva ley aumenta la edad de jubilación y privatiza las pensiones.
