El exclusivo restó La Dolfina Polo Bar, perteneciente a la familia de polistas Cambiaso, cerró sus puertas, en Av. Pres. Figueroa Alcorta 3301, CABA, no toma reservas en el número de Whatsapp que figura en Instagram, y en Google sale como “cerrado permanentemente”.
Ubicado en Palermo Chico, donde ofrecía desayunos, almuerzos, brunch, meriendas y cenas, hoy a través de sus redes sociales deriva, mediante un enlace, a After Polo Bar por compras de tickets para la “Wine Argentina edición Palacio”, este jueves a las 19:30, que mudó al Palacio San Miguel.
En las calificaciones de Tripadvisor, el puntaje es 2,4 malo, con una mayoría de ponderaciones como horrible.
Los comentarios últimos trasuntan que “algo habría sucedido” para que la atención se transformara sustanciamente respecto a tiempos anteriores.
Títulos tales como: “Para pasar de largo, Mala experiencia en un lindo lugar, Pésimo !! No recomendable!!!, Pésimo por donde lo busques, He alucinado para mal”, y muchos otros por el estilo, son indicativos de que la poca gente que se veía últimamente en el lugar no era casual.
Y tampoco por el nivel de poder adquisitivo de los clientes se podría colegir que el vacío constante era consecuencia de la motosierra del Gobierno de Javier Milei.
En ese sentido, se hacía hincapié en la aristocracia que rodea el polo, el deporte en el que Argentina es, sin ninguna duda, el mejor del mundo.
Y en que La Dolfina, siendo uno de los equipos con mayor cantidad de simpatizantes, tendría asegurada la concurrencia del público a este magnifico lugar.
UN LUJOSO RESTORÁN
La Dolfina Polo Bar fue un lujoso restorán de cocina fusión peruana ubicado en el Palacio Alcorta, en Palermo Chico, al que se recomendaba para ir con amigos o en pareja e incluso, para disfrutar un after office.
Diseñado específicamente por las necesidades de su creador, Jorge Fernandez Moreno, y por La Dolfina, siguió las pautas funcionales y estéticas pretendidas por los socios de este prestigioso Bar de Barrio Parque.
En todo evento el ambiente, el servicio y la excelencia en la propuesta apuntaban a satisfacer tanto a los invitados, como a representar el estilo y calidad del anfitrión.
Se generaba en este espacio la atmósfera indicada para agasajos, eventos corporativos y sociales, lanzamiento de productos y presentaciones de su marca.
Se podían saborear opciones de pastelería, jugos, cafetería y menús del día que cambian regularmente. Era imperdible degustar el malbec de la marca y otros vinos de etiqueta que se exhiben en grandes estanterías.
También, tragos elaborados, tapas, ensaladas y hamburguesas de campo mientras se observan los tesoros de La Dolfina, el equipo argentino de polo más exitoso de los últimos años. Hay tacos y cascos expuestos en sus paredes.
SENSACIONES DE POLO
Su arquitectura de grandes ventanales, cuidada iluminación con luces empotradas y ambientación con toques de madera, cuero y tonos marrones transmite sensaciones del polo con un giro elegante y a la vez informal que ofrece un concepto en el que se respira este deporte que transporta al campo.
Su fundador, Adolfo Cambiaso, desde hace más de 25 años que mantiene 10 goles de hándicap.
A lo largo de los años llevó la bandera argentina por el mundo entero sin perder sus tradiciones.
Además de crear su propio equipo “La Dolfina”, la más destacada organización de polo del mundo, desarrolla en Argentina la cría de caballos de polo del más alto nivel.
REFERENTE DE ESTILO
Cambiaso, como figura central de La Dolfina, logró trascender el ámbito deportivo y convertirse en un referente de estilo, con su marca de ropa y accesorios que se venden en tiendas físicas y online.
A través de ese sello distintivo comparte la esencia del polo y brinda una experiencia a través de sus diseños.
Su cofundadora María Vázquez también representa un estilo de vida ligado al polo y a los valores deportivos de este deporte.
El Dolfina Polo Bar había sido uno hasta la pandemia y otro después, y justo ahora, cuando fue declarado en cierre permanente, se estrena en Disney+ la serie documental “Adolfo Cambiaso, en el nombre del polo”, dirigida por Juan José Campanella.
En tres episodios se repasa la extraordinaria carrera del legendario jugador argentino de polo, desde su infancia hasta su consagración como número uno indiscutido en la historia del polo en Argentina.
