Nueve mujeres resultaron condenadas y una adolescente fue hallada culpable por transportar 60 kilos de cocaína adosados a sus cuerpos cuando iban desde Aguas Blancas hasta Orán, provincia de Salta.
La causa contra las acusadas comenzó en septiembre del año pasado cuando personal de la Sección 28 de Julio del Escuadrón 20 de Gendarmería Nacional realizaba control rutinario en Orán.
En medio del operativo inspeccionaron un micro que iba desde Aguas Blancas hasta Orán y allí descubrieron que diez mujeres, entre ellas una menor de 17 años, llevaban entre cinco y siete paquetes de droga adheridos a sus abdomen.
Tras el cierre de la investigación el caso llegó a juicio y tras varias audiencias el Tribunal Oral Federal N°2 de Salta, presidido por el juez Domingo Batule e integrado por las vocales Gabriela Catalano y Alejandra Cataldi, condenaron a nueve de las diez acusadas por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes y por ser cometido de manera organizada.
“La excepción se hizo sobre la adolescente de 17 años, para quien, si bien fue declarada responsable del mismo delito, el tribunal decidió que, al tratarse de una menor de edad, la imposición punitiva quede sujeta al resultado del tratamiento tutelar que se aplique”, detallaron desde el Ministerio Público Fiscal.
A las imputadas María Rosa Vaca, Tamara Benítez, Lorena Sixta, Ana Tercero, Tania Liendro y Delia Primero se les impuso la pena de 6 años y 3 meses de prisión. Respecto a Eliana Sixta, quien registra una condena previa de 2022, la condena fue unificada en 7 años y 3 meses de cárcel.
Natalia Vaca, quien también registra antecedente condenatorio, fue declarada reincidente, con una pena única de 7 años y 9 meses. Por último, Silvana Sixta, también con una condena previa, recibió una sentencia de 7 años y 3 meses.
En el juicio se ordenó que seis de las condenadas vayan a la cárcel, mientras que Tercero, Primero y Natalia Vaca, tendrán un régimen de prisión domiciliaria al tener niños a cargo, uno de ellos con discapacidad.
El caso fue considerado grave por el alto grado de pureza de la droga y porque con la cantidad incautada se podía producir casi medio millón de dosis.
Es que, de acuerdo a la información aportada en el expediente, la cocaína secuestrada tenía un peso total de 60 kilos, con un 82% de pureza y una capacidad de producción de 495.077 dosis.