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Los animales pueden aliviar la ansiedad, el estrés y la soledad: ¿Cómo lo hacen?

La compañía de un animal puede reducir la ansiedad, aliviar la soledad y brindar consuelo en momentos difíciles. Así lo demuestran tanto la experiencia cotidiana de miles de personas, como distintos estudios científicos.

Ante este suceso, la Agencia Noticias Argentinas dialogó con la psicóloga Virginia Vallejo, quien sostuvo que “las mascotas no solo brindan compañía, sino que pueden convertirse en una red emocional clave para muchas personas”.

“Desde mi experiencia trabajando con familias y sus mascotas, he visto cómo la presencia de un animal puede transformar por completo el estado emocional de una persona”, afirmó.

Según explicó, “la compañía de una mascota genera una sensación de presencia constante, un vínculo incondicional que no juzga y que acompaña incluso en los momentos más difíciles”.

En ese sentido, destacó el impacto de gestos simples: “Acariciar a un gato o simplemente observar su comportamiento tiene un efecto calmante que puede disminuir los niveles de ansiedad y hacer que la soledad se sienta menos pesada”.

Al ser consultada sobre los beneficios emocionales de convivir con animales en comparación con quienes no los tienen, Vallejo fue contundente: “Las personas que conviven con animales suelen desarrollar una mayor empatía, sentido de responsabilidad y capacidad para conectar emocionalmente”.

Aseguró que nota estos efectos especialmente en contextos complejos: “Lo noto especialmente en quienes atraviesan duelos, situaciones de estrés o incluso cuadros de depresión: el contacto con una mascota muchas veces les da un motivo para levantarse, para mantenerse activos y conectados con el presente”.

Además, remarcó que hay evidencia científica que respalda lo que observa a diario: “También hay estudios que respaldan lo que veo en el día a día: tener una mascota mejora el estado de ánimo y reduce la presión arterial y el cortisol, la hormona del estrés”.

Vallejo también habló sobre el impacto positivo que tiene el cuidado de una mascota en la organización de la vida cotidiana y la salud mental. “El cuidado diario de una mascota (alimentarla, higienizar su espacio, jugar con ella o salir a caminar en el caso de los perros) obliga a establecer rutinas, y eso tiene un efecto positivo en la salud mental”.

Asimismo, manifestó que estas actividades ayudan a estructurar el día y a mantener un vínculo afectivo presente: “Nos ayuda a estructurar el día, a tener momentos de presencia plena y a conectar con la responsabilidad afectiva”.

“En el caso de los gatos, por ejemplo, incluso el ritual de cambiar la bandeja o compartir un rato de juego puede ser una pausa consciente que regula nuestras emociones”, agregó.

También fue consultada sobre por qué ese vínculo puede convertirse en una fuente de consuelo durante momentos de tristeza o estrés, a lo que respondió: “Porque las mascotas nos conectan con una forma pura y directa de afecto. No esperan que estemos ‘bien’, simplemente están”.

Desde su experiencia profesional, brindó ejemplos concretos: “En mi trabajo, lo veo todo el tiempo: gatos que buscan compañía de su tutor justo en momentos difíciles, perros que detectan un estado emocional alterado y responden con cercanía”.

Finalmente, para Vallejo, ese lazo cotidiano genera contención: “Ese vínculo, construido desde el día a día, puede convertirse en una red emocional firme. Es un consuelo silencioso, pero profundamente reparador”.