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Políticos que trabajan para si mismos y no para los ciudadanos

En la Argentina se ha perdido completamente la noción de servicio publico. Los políticos trabajan para si mismos y no para los ciudadanos. Lo digo a propósito de la vergonzosa votación en el Senado de la provincia de Buenos Aires que habilita las reelecciones indefinidas de los legisladores.

Hasta ahora pueden reelegir una vez, pero la casta política trabaja incansablemente por sus privilegios. Las legislaturas de las provincias son una fuente inagotable de negocios y roscas políticas. Nunca nos enteramos para que existen salvo cuando aparece una noticia como esta o cuando aparece un caso como el de chocolate Rigau que mostraba a las claras como los legisladores robaban dinero a partir de empleados que no existían.

Los políticos le toman el pelo a la gente. Un tal Carlos Kikuchi que es de La Libertad Avanza, pero que, en realidad, le vota todo a los kirchneristas dijo que en el Reino Unido había reelección indefinida en la época de Churchill y que por eso les ganaron a los nazis.

Estos tipos nefastos viven de alquilar su voto y tienen el tupé de compararse con Churchill. También tienen el descaro de comparar el parlamento británico de esa época con el aguantadero corrupto que son las legislaturas provinciales donde votan de acuerdo a los contratos que les dan y donde se define lo más sucio de la política.

En esas legislaturas se hace caja política. No tienen ni un atisbo de honradez intelectual ni de patriotismo. Alguna vez habrá que discutir la cantidad obscena de legisladores que hay en las provincias y cual es su utilidad ciudadana.

Yo puedo adelantar la respuesta. No le sirven para nada a los ciudadanos y solo les sirven a políticos inescrupulosos y al lumpenaje que los rodea. Los ciudadanos pagan impuestos carísimos para convertir en millonarios a legisladores y empleados de esos cuerpos legislativos.

Mientras, hoy se vota para reformar la constitución en Formosa que es una especie de dictadura en la cual la clave para que a alguien le vaya bien es siendo un súbdito de Insfrán. Se votan legisladores y convencionales para reformar la constitución, aunque, en realidad, Insfrán hace esa elección como respuesta a la prohibición de las reelecciones indefinidas que dictó la Corte Suprema y con el sistema de ley de lemas que es una calamidad.

Llamar democracia a lo que sucede en Formosa es un chiste. El tema es que cuando le ponen un freno institucional, estos pichones de Maduro, como Insfrán, se arreglan para burlar las decisiones de la Corte para seguir toda la vida en el gobierno. Esos lugares no se arreglan por las buenas.

Hasta que no haya una intervención federal en Formosa nada cambiará e Insfrán seguirá mandando y teniendo de esclavos a los ciudadanos. Los ciudadanos pagan impuestos y viven mal para que unos políticos inescrupulosos vivan como reyes.

Si Argentina no recupera la noción de servicio público va a ser muy difícil mejorar la situación. Por cada reforma virtuosa que se realiza hay cientos de políticos resistiendo y defendiendo sus privilegios mientras el consumo no repunta y los sectores medios siguen pasándola muy mal.

El peronismo inventó una elite de políticos de cuarta categoría, todos millonarios, que son los dueños de la pelota. Todo lo que hacen son burlas institucionales y tienen a los ciudadanos de rehenes. Argentina tiene muchas mafias enquistadas en la política y la mafia trabaja para si mismo. Los ciudadanos son victimas de esas mafias y la política mira para otro lado a la hora de tomar decisiones fuertes. La mafia siempre gana.