Los juveniles surgidos de la reserva de San Lorenzo fueron los protagonistas de un partido que parecía encaminado al triunfo pero que se aplacó cuando perdió su presencia en gran parte de la segunda etapa.
El equipo fue una máquina en el primer tiempo, con mucho juego en la mitad de la cancha del gran tridente que armó Ayude en el mediocampo con Nicolás Tripichio, Ignacio Perruzzi y Manuel Insaurralde, el recuperado que no tenía lugar y hoy es de lo mejorcito en el renovado San Lorenzo.
Insaurralde no solo jugó con mucha firmeza para quitar la pelota en el mediocampo, sino que también sirvió de nexo para los puntas Alexis Cuello y Ezequiel Cerutti, y para habilitar al delantero de referencia, Andrés Vombergar, quien tuvo aproximaciones muy claras que le pidieron dar el triunfo parcial al dueño de casa.
Tan importante fue la presencia del mediocampista, que su salida en los primeros minutos del segundo tiempo le dió un bajón al equipo que pudo recuperar con el ingreso de Matías Reali, quien con otras características fue más al frente pero no sirvió para cambiar la historia en el marcador y desordenó, valga la redundancia, el buen orden que tenía en la mitad de la cancha.
Pero si es para destacar los ingresos de Agustín Ladstatter y Facundo Gulli, ya que los juveniles le dieron rebeldía a los últimos minutos del partido, sobre todo Ladstatter, quien tuvo una de las más claras con un zurdazo, previo enganche desde la derecha, para asustar a Gimnasia.
Por esta razón, los juveniles del club siguen siendo la respuesta para un entrenador que está buscando el equipo y sus exdirigidos en la reserva le están demostrando con rendimiento que el camino es ese para encontrar la regularidad.