Hay rutinas y rutinas. Según cuáles sean, muchas veces son necesarias variarlas para no caer en desgano al hacerlas y, otras, además de necesarias son buenas para la salud de la familia. Entre muchas, existe una que es de práctica simple y deja beneficios en la persona que la lleva a cabo e, indirectamente, a quienes conviven con ella. Limpiar el colchón es una de esas porque mejora la calidad del sueño, cuida la salud respiratoria y alarga la vida útil del bien.
Las personas duermen un tercio de la vida, pero muchas veces no prestan atención al estado del lugar donde se descansa y, es un error. La humedad en las paredes es un ejemplo concreto como el colchón porque, si bien lo cubrimos con sábanas y acolchados, acumula polvo, ácaros y otros componentes invisibles que pueden activar la alergia y afectar la salud. Por eso, aspirarlo una vez al mes puede marcar una gran diferencia.
Este simple hábito doméstico no solo ayuda a mantener la higiene del dormitorio, sino que también mejora notablemente la calidad del sueño. Un colchón limpio reduce las probabilidades de:
* Congestión nasal.
* Picazón en los ojos.
* Estornudos.
* Molestias respiratorias.
Todos estos puntos suelen pasar desapercibidos, pero pueden alteran el descanso.
Según expertos en salud ambiental, los ácaros del polvo son una de las principales causas de alergias domésticas. Viven en ambientes cálidos y húmedos. En este sentido, un colchón puede contener millones de estos microorganismos si no se limpia con frecuencia.
RECOMENDACIONES PARA ASPIRAR EL COLCHÓN: ¿CUÁL ES EL MEJOR MOMENTO?
Aspirar el colchón con un equipo que tenga filtro de aire permite eliminar no solo los ácaros, sino también polvo fino y otras partículas alergénicas que no se ven a simple vista. Esto es ideal hacerlo en un día seco, con buena ventilación y luz natural directa.
Otra de las recomendaciones es retirar sábanas, fundas y cubrecamas, pasar la aspiradora por toda la superficie del colchón y sus bordes, y luego dejarlo airear al menos una hora antes de volver a armar la cama. También puede aprovecharse para girar o dar vuelta el colchón, lo que ayuda a prolongar su vida útil y mantener su forma.
Incorporar este hábito en la rutina de limpieza mensual es especialmente importante si hay en casa:
* Personas asmáticas.
* Personas alérgicas.
* Mascotas que duermen sobre la cama.
Incluso en hogares sin estas condiciones, mejora la sensación de frescura y bienestar al dormir. También, los beneficios no se limitan a la salud física porque, dormir en un espacio limpio también favorece la relajación mental y, saber que el lugar donde se descansa está libre de suciedad invisible aporta tranquilidad y contribuye a un sueño más reparador.
Aspirar el colchón es solo una parte de una rutina de higiene más amplia del dormitorio. Se recomienda también:
* Lavar sábanas una vez por semana.
* Ventilar la habitación a diario.
* Limpiar almohadas, acolchados y cortinas al menos una vez por temporada.
En épocas de alergias estacionales o durante el invierno, cuando se ventila menos, esta práctica cobra aún más importancia. Es un gesto sencillo que puede evitar el uso excesivo de medicamentos antialérgicos y mejorar la calidad de vida sin necesidad de grandes inversiones.
En fin, aspirar el colchón una vez al mes es un hábito fácil, económico y saludable que, solo demanda unos minutos y protege la salud respiratoria, mejora el descanso y convierte el dormitorio en un verdadero refugio de bienestar.