Las empresas moderaron los incrementos salariales en el primer semestre, al tiempo que optaron por políticas de compensación más estratégicas, con foco en adecuaciones salariales por desempeño, según un informe privado.
De acuerdo con el Reporte Salarial de Randstad, que analizó las tendencias en materia de políticas salariales para el personal fuera de convenio, el ajuste salarial promedio efectivamente realizado por las empresas fue del 34,4% en el primer semestre del año.
En el relevamiento anterior, las empresas estimaban un incremento salarial promedio del 49% para este semestre, pero finalmente fue menor. Una diferencia de 14,6 puntos que da cuenta del cambio de ritmo en la dinámica de adecuación salarial, y refleja el impacto del nuevo contexto macroeconómico.
Según el estudio, los incrementos del primer semestre del año oscilaron entre un mínimo del 15% y un máximo del 56%.
De cara a lo que resta del año, las proyecciones salariales muestran una profundización de la tendencia de desaceleración de los ajustes, con valores mucho más alineados a la previsión de evolución del índice de inflación. Para el tercer trimestre, se espera un ajuste promedio del 7,6% y para el último trimestre, del 8,6%.
Si se toma la previsión de expectativas de inflación del Informe REM del Banco Central, que estima una inflación del 8,2% entre julio y diciembre, la evolución de los salarios de los profesionales fuera de convenio podría lograr cierta mejora por encima de la inflación y algún nivel de reacomodamiento respecto del poder adquisitivo y el costo de vida.
Sobre estos indicadores, Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “Estamos viendo un cambio en el enfoque de las empresas en materia de política salarial. Están dejando de correr por detrás de la inflación para adoptar esquemas más racionales y sostenibles, donde el rendimiento individual y los objetivos estratégicos empiezan a tener un mayorpeso en las decisiones de compensación”.
“La brecha entre los niveles de ajuste proyectados y los realmente realizados en el primer semestre muestran el impacto que ha tenido la política de combate a la inflación y también como incide la percepción de la coyuntura en las expectativas afuturo y en la planificación salarial de los planes anuales de las organizaciones”, agregó.
En cuanto a los indicadores que orientan los aumentos salariales en las organizaciones, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sigue siendo el indicador más utilizado por las empresas (82%), seguido por las paritarias (66%).
Asimismo, se consolida una tendencia que ya se insinuaba el año pasado: el desempeño individual gana terreno y es utilizado hoy por el 46% de las organizaciones para definir ajustes, frente al 34% que lo hacía en 2024.
Al analizar la frecuencia en que las organizaciones revisan su política salarial para realizar ajustes, el 46% afirma que actualiza los salarios de manera trimestral y el 21% lo hace cada dos meses, mostrando que aún con una desaceleración marcada de la inflación, se mantiene un alta periodicidad de las revisiones en la mayoría de las organizaciones.
Sólo el 15% actualiza mensualmente, mientras que el 10% sostiene una lógica semestral y apenas el 8% lo hace de manera cuatrimestral.
El informe también aporta datos respecto de los niveles de rotación de personal en las organizaciones. En comparación con el informe de diciembre de 2024, la rotación promedio descendió del 8% al 5,9%, con extremos que fueron del 1% al 17%. Esta reducción sugiere una mayor estabilidad en las dotaciones y una menor presión sobre los equipos de recursos humanos.
Además, el 60% de las empresas relevadas indicó un crecimiento de su dotación durante el primer semestre de 2025, y proyectan un incremento promedio del 3,2% para la segunda mitad del año, lo que sugiere un escenario más optimista para el empleo formal.
“Si bien la baja de la inflación corre en parte el foco de atención sobre los ajustes, el aumento del costo de vida siguen presionando sobre las expectativas de los trabajadores en relación a las remuneraciones, haciendo que este factor siga en el foco de atención de las empresas. Asimismo, a medida que se consolida un ritmo de inflación muchísimo más moderado, comenzamos a ver que las organizaciones no sólo se enfocan en los ajustes salariales generales para acompañar esa evolución,sino que trabajan más selectivamente en sus políticas de compensación, con bonos, comisiones y premios atados a desempeño, como herramienta para fidelizar y retener al talento clave”, concluyó Andrea Avila.