Para muchas personas la siesta es cosa seria. Para darle tal nombre debe durar entre 2 y 3 horas, pero, en un mundo donde el ritmo acelerado se impone, la siesta corta gana cada vez más protagonismo como una herramienta poderosa de bienestar. Por eso, lejos de ser una pérdida de tiempo, dormir unos pocos minutos durante el día puede ser la clave para mejorar la memoria, el humor y hasta la creatividad.
Distintos estudios coinciden en que una siesta breve, de entre 10 y 30 minutos al día, permite que el cerebro procese información, reduzca el estrés y se recargue sin caer en el sueño profundo, lo que facilita una recuperación rápida y eficaz. En este sentido, la clave está en la duración. Dormir más de 30 minutos puede llevar a una inercia del sueño que genera aturdimiento y lentitud. En cambio, una siesta corta permite mantener la alerta mental y la energía durante varias horas más sin alterar el descanso nocturno.
Además de mejorar el estado de ánimo, se ha demostrado que las siestas breves tienen un efecto directo en la consolidación de la memoria. Esto significa que lo aprendido antes del descanso se fija mejor, y que la mente queda más preparada para incorporar nuevos conocimientos. Pero eso no es todo porque, también se estimula la creatividad. Al liberar tensión y permitir que el cerebro divague libremente durante unos minutos, se facilita la conexión entre ideas aparentemente aisladas, algo fundamental para la innovación, la escritura o la resolución de problemas complejos.
¿QUÉ OTROS BENEFICIOS TIENEN LAS SIESTAS CORTAS?
Las siestas cortas también tienen beneficios en el ámbito laboral. Algunas empresas tecnológicas ya las fomentan en sus oficinas con “zonas de descanso”, al reconocer que un empleado despejado y creativo es más eficiente que uno agotado.
Para quienes trabajan o estudian desde casa, incluir una siesta breve en la rutina diaria puede marcar la diferencia entre una tarde improductiva y una jornada revitalizante. Lo ideal es tomarla después del almuerzo y nunca más tarde de las 16 horas para no interferir con el sueño nocturno.
ALGUNAS IDEAS PARA TOMAR UNA SIESTA CORTA
No es necesario un sillón ni una cama, ya que, se puede resolver con:
* Auriculares.
* Máscara de ojos.
* Alarma suave.
* Silla cómoda puede ser suficiente.
Lo importante de la siesta corta es crear una pausa real en el día para descansar y recargar energías para seguir. Por eso, si el cuerpo lo pide y el entorno lo permite, una siesta corta puede ser mucho más que un simple descanso, más bien sería una inversión en salud mental, memoria y creatividad.