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Crisis en IOSFA, la obra social militar

En plena crisis fiscal, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) ejecutó en los últimos meses una serie de contrataciones y órdenes de compra que, al menos en su detalle, llaman poderosamente la atención por sus costos, sus destinos y su aparente falta de prioridades sanitarias.

Entre las adquisiciones más destacadas se encuentra una orden emitida el 24 de abril de 2025 para la compra de 100 medallas protocolares a un valor unitario de $35.090, lo que totaliza un gasto de $3.509.000. Las medallas —de bronce, con baño dorado, estuche de pana roja y cinta argentina— fueron encargadas por la Unidad de Prensa y Relaciones Institucionales, bajo la firma de los funcionarios José Rafael, Jorge Luis Plazas y José Antonio Benítez. El expediente figura como CBSE 00006/2025 y fue tramitado por la Subgerencia de Compras y Contrataciones.

Apenas veinte días antes, el 4 de abril, otra orden de compra (N° 2025001104) fue cursada al proveedor Guillermo Walter Hernández, titular de “Hernández Café” en Avellaneda, por la reparación de una cafetera. El valor aprobado fue de $1.528.000. El expediente figura bajo el número EX-25-06408437-APN-UMYSG#IOSFA, dentro de la Unidad de Mantenimiento y Servicios Generales.

La lista de contrataciones incluye también una orden del 22 de mayo de 2025 a nombre del Automóvil Club Argentino, para la adquisición de chequeras de 5 vales canjeables por combustibles y lubricantes, a un precio total de $3.000.000 (24 unidades de $125.000 cada una), bajo expediente SG 13/2025.

Otra de las contrataciones aprobadas por el IOSFA durante 2025 fue la correspondiente a la reparación y mantenimiento del sistema de aire comprimido del cabezal de un compresor de aire, por un valor total de $7.663.391. La operación, categorizada como “mantenimiento rutinario”, fue registrada como una contratación unitaria sin desagregación técnica adicional en los documentos oficiales. El gasto representa uno de los montos más altos entre los servicios técnicos adquiridos en el año por la obra social.

A esto se suma la compra de envases plásticos para repelente por $2.099.930, con fecha del 20 de marzo de 2025, y otra adquisición más reciente —del 7 de julio— de un termotanque eléctrico de 55 litros marca Sherman por $525.490, gestionada por Ciudad Unida S.R.L. (orden de compra N° 2025004620). Esa misma empresa figura como beneficiaria en otra orden de abril por ferretería menor, incluyendo un asiento de inodoro, cartuchos de silicona y tornillos, por $32.350.

Otra de las contrataciones llamativas involucra al Hotel Ushuaia, dependiente del IOSFA, donde se pagaron $1.222.690 por un tratamiento ignífugo en alfombras y pisos de madera de 600 metros cuadrados. La orden de compra lleva la firma del administrador del hotel, Santiago A. Mendilaharzu, y fue emitida el 10 de junio de 2025.

Además de estos gastos ya ejecutados, el IOSFA emitió varias solicitudes de cotización en julio para abastecer a su Unidad Turística y Recreativa “Héroes de Malvinas”, ubicada en el Crucero General Belgrano. Entre los requerimientos figuran:

* Carnes: cuadrada, roast beef, paleta, osobuco y bola de lomo.

* Alimentos secos: harina, puré de tomate, lentejas, arroz, fideos, pan rallado, aceite, especias y sal.

* Lácteos y derivados: queso rallado, mayonesa sin TACC, mostaza.

* Bebidas e infusiones: café, té, jugo en polvo, jugo de naranja en caja.

* Frutas y verduras: papa, cebolla, tomate, zapallo, morrón, ajo, lechuga, batata, manzana, pera, naranja y mandarina.

* Desayunos: medialunas de manteca, cereales azucarados, mermeladas en porciones.

También se solicitó la compra de embutidos, incluyendo jamón en piezas de 6 kilos, todo bajo especificaciones que exigen productos con al menos seis meses de vencimiento y entrega inmediata tras la adjudicación. Las solicitudes tienen fechas de apertura entre el 10 y el 14 de julio y fueron dirigidas al correo institucional de Antonio Moio, responsable del área de compras.

En la mayoría de los documentos revisados, las órdenes están rubricadas por la Subgerencia de Compras y Contrataciones del IOSFA, con participación reiterada de los funcionarios José Rafael, Jorge Luis Plazas y José Antonio Benítez.

Las contrataciones se realizaron bajo distintas modalidades: algunas por adjudicación directa en función del monto, otras bajo el régimen de cotización abierta por renglón, pero en todos los casos se enmarcan dentro del reglamento propio del instituto.

Cabe recordar que el IOSFA es una obra social pública bajo la órbita del Ministerio de Defensa, destinada al personal en actividad y retirado de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Su presupuesto está compuesto por aportes estatales y contribuciones de sus afiliados, y su gasto debería estar prioritariamente enfocado en prestaciones de salud y mantenimiento de sus centros médicos y delegaciones.

En tiempos en que el propio Gobierno nacional impulsa una fuerte austeridad en el gasto público, estos datos —verificados en órdenes de compra oficiales del organismo— exhiben una contradicción entre el discurso y la práctica administrativa.

Los montos, si bien en algunos casos pueden tener justificación técnica o contractual, exponen una línea de gasto desconectada de las necesidades urgentes del sistema de salud que IOSFA debería cubrir: mejorar turnos, garantizar stock de medicamentos y sostener la atención en regiones postergadas.

La obra social atraviesa una crisis histórica: según un informe reciente, acumula una deuda superior a los $160.000 millones y registra un déficit mensual de alrededor de $15.000 millones, lo que ha derivado en un colapso generalizado de prestaciones, demoras en reintegros y abandono de afiliados.

Jubilados y retirados de las Fuerzas Armadas se manifestaron en diversas provincias por falta de cobertura médica, señalando que aportan entre $150.000 y $200.000 mensuales sin recibir servicios esenciales. Por su parte, pacientes oncológicos denunciaron públicamente que IOSFA les cortó el acceso a tratamientos y medicamentos de alto costo, en casos que se viralizaron en redes sociales.

La conducción actual, encabezada por la presidenta Betina Surballe desde julio de 2025, busca implementar una reingeniería institucional, apoyada por auditorías y recortes de personal, además de acuerdos con droguerías para regular la provisión de medicamentos. Roberto Fiochi, el anterior titular, admitió que la obra social funciona bajo un esquema deficitario crónico potenciado por la suba de costos relativos a los ingresos de los afiliados.