Home / Nacionales / Hicieron justicia por la mujer a la que le mandaron un video íntimo a su hijo: condenaron a su ex

Hicieron justicia por la mujer a la que le mandaron un video íntimo a su hijo: condenaron a su ex

La Justicia de San Luis condenó a Diego Oliveri, el hombre que difundió el video íntimo de su ex mujer, Gabriela Fernández Aberastain, a la pena de dos años y tres meses de cárcel.

Oliveri, de 46 años, fue declarado penalmente responsable de los delitos de amenazas, lesiones leves calificadas agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y distribución indebida de correspondencia en concurso real.

Por su parte, la actual pareja del culpable, Tatiana Yacarini, resultó absuelta luego de ofrecer una compensación económica a la damnificada.

El delincuente fue trasladado al Servicio Penitenciario Provincial, mientras que el caso fue remitido al Juzgado de Ejecución Penal, al tiempo que negó haber divulgado las imágenes, pero reconoció las intimidaciones y el incumplimiento de una restricción de acercamiento.

El fiscal Fernando Rodríguez había pedido una pena de tres años.

EL CASO

Gabriela Fernández Aberastain denunció que su ex novio y Yacarini la amenazaron en reiteradas ocasiones con publicar imágenes privadas.

Cuando Gabriela y Diego se separaron, Oliveri le pidió para restablecer el vínculo, pero la víctima se negó, motivo por el que decidió divulgar el material en Internet.

La mujer señaló que “él me decía que quería volver conmigo”, pero estaba en una relación con Yacarini: “Me amenazaba con mandarle el video a ella”.

“Me decía que ‘ella es malísima, lo va a publicar y va a escracharte’”, resaltó Gabriela en diálogo con medios locales sobre el constante hostigamiento del imputado.

Durante la pandemia de coronavirus, Ulises (9), uno de los hijos de la damnificada, acudió a su madre para revelarle que recibió en su cuenta de la red social Instagram un posteo anónimo acompañado del texto “abrilo”.

Gabriela enseguida se dio cuenta de que se trataba del video íntimo en el que la denunciante realiza un baile hot para su pareja de aquel momento (Oliveri).

“Mi desnudez estaba en boca de todos, me enjuiciaban como mujer, como madre, como amiga, como trabajadora, parecía que hubiera violado un pueblo entero delante de mis hijos”, lamentó, y agregó que, como consecuencia de la grave situación, “vivió un calvario y cayó en un golpe depresivo”.

Se trata de una sentencia sin precedentes en la historia judicial argentina.