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“Compré la casa de mi familia a los 16 años”: Stefano de Gregorio empezó a trabajar a los 7 años

Stefano de Gregorio recordó que compró la casa de su familia a los 16 años y reveló el “detrás de escena” de grandes éxitos como Floricienta y Rincón de Luz, a través de un repaso por su extensa carrera artística.

En diálogo con Cayetano en “No trates de entenderlo” por Radio Metro FM 95.1, de Gregorio, que vive en un hotel hace 10 años, explicó: “Cuando me fui a vivir a Europa, viví solo por primera vez y ahí me di cuenta (…). En Europa es todo mucho más fácil, como para cocinar, ahí me empecé a ayornar y fue a prueba de mameros”.

En cuanto a su profesión, rememoró: “Arranqué como monotributista a los siete años y, a los ocho, ya le compré la casa a mis papás. Iba a grabar entre ocho y nueve horas por día. Mi familia es de clase media, éramos bastante humildes cuando empezó mi carrera”.

“A los ocho años me puse el objetivo de la casa. Vivíamos en Villa Libertad, en una casa muy humilde. Mi papá alquilaba un taxi y estaba 14 horas arriba del auto. Fue como un equipo que formamos, nos hicimos fuerte como familia, mi mamá me bancaba las horas y mi hermana que era chica, se quedaba sola. La casa fue un esfuerzo de toda la familia”, continuó el actor.

“Cuando llegamos al monto de 115 mil dólares en 10 años, de mis 7 a mis 16 años, vimos una casa que salía 165, en 2010. Cuando terminé Casi Ángeles, Cris Morena me dio el contrato por cinco años más, así que me endeudé por 50 mil dólares a sabiendas de que lo iba a ganar. Firmé, compré la casa y a la semana se murió Romina Yan”.

Es que la mala noticia lo dejó sin otro remedio que buscar una alternativa: “Rompimos el contrato, Cris dejó todo. No le íbamos a hacer quilombo a la persona que me dio una carrera. Así que tenía 16 años, endeudado y sin trabajo. Ese año aprendí lo que eran las presencias, los bar mitzvah, boliches y todo lo que hizo falta para levantarlo”.

No obstante, el vínculo con la productora no pierde relevancia en la vida del artista: “Me tengo que levantar y prenderle una velita a Cris Morena todos los días, aunque supe sostenerlo en el tiempo, lo que es muy difícil. Ella me dio la oportunidad, no sé si soy un talentoso, pero la puedo bancar”.

“Cuando hice el casting para Rincón de Luz, Cris hablaba con todos los chicos y la mayoría venían de un conocimiento muy elevado y yo jugaba a la pelota con mis amigos. No sé por qué le mentí y le dije que hacía equitación y tocaba el piano. No sé de dónde saqué eso y cuando llamaron a mi casa, mi mamá dijo la verdad”, reveló.