Las reservas brutas de la Argentina deberían rondar los US$93.000 millones pero poseen uno de los niveles más bajos entre los países de la región, de acuerdo a lo estimado en un informe de GMA Capital.
Al desglosar las aristas de la aprobación del Fondo Monetario Internacional (FMI) de la primera revisión del programa con Argentina, que habilitó un giro de US$2.000 millones, el reporte focalizó en la acumulación de divisas como el “punto débil”.
En este aspecto, remarcó la meta de engrosar las reservas “fue nuevamente el Talón de Aquiles”, recordando que el Fondo otorgó un “waiver” (una exención) tras verificarse un desvío de alrededor de US$3.600 millones respecto de la meta pactada en -US$1.958 millones (a precios de hoy).
Ante este escenario, puntualizó que “como medidas ‘correctivas’ para fortalecer la credibilidad, el FMI decidió eliminar la meta intermedia de septiembre y recortar en US$5.000 millones el objetivo de fin de año, aunque sin alterar el objetivo final de 2027”.
Así, reflejó que “el requisito remanente para 2025 sería un incremento cercano a US$3.600 millones”, precisando que “dado el perfil de vencimientos (casi US$4.400 millones) entre el Tesoro y el BCRA, el esfuerzo por engrosar el stock de divisas se daría mediante compras, emisiones de deuda internacional o privatizaciones”.
En este contexto, el informe revela que “Argentina figura entre los países de la región con menor nivel de reservas con respecto al nivel que se estima adecuado: solo un 54%”, contraponiendo con sus pares al indicar que “Chile se encuentra algo por encima (79%), mientras que Brasil y Uruguay se destacan (120% y 181%), respectivamente”.
De esta manera, desde GMA Capital calcularon que “si tomamos el ratio del promedio de la región (121%), el número nuestro debería estar más cerca de los US$93.100 millones”, cuando actualmente alcanzan los US$42.114 millones.
En este sentido, aportaron que “esta métrica supone que, aún bajo un esquema de flotación administrada, las reservas sostienen el equilibrio del mercado monetario”, señalando que “un nivel elevado (100%–150%) cubre al sistema ante eventuales salidas de capitales por menor rollover de deuda externa, desinversión, déficit comercial o pérdida de confianza en la moneda local”.
Con estas cifras presentes, consideraron que “es entendible la preocupación del principal acreedor de nuestro país”, haciendo hincapié en la sugerencia del FMI que hacia fin de año, “el Banco Central tenga un rol más activo en la acumulación de divisas”.
Al respecto, sostuvieron que “una forma recomendada en el Staff Report es priorizar compras en el mercado de cambios a través de un esquema anticipado, como ya lo hacen Chile, Colombia y México”.