El economista y legislador de la Ciudad de Buenos Aires como jefe de bloque de La Libertad Avanza, convirtió a Riquelme y Boca en uno de sus puntos a criticar abiertamente en sus redes sociales.
Desde acusaciones con datos falsos hasta propuestas insólitas, sus publicaciones en redes muestran un patrón: confrontar para hacer ruido.
DEL MEDEL-GATE A “EL PEOR DIRIGENTE DE LA HISTORIA”
En enero de 2025, Marra encendió la mecha en X (Twitter) asegurando que Boca había pagado 4 millones de dólares por Gary Medel, quien apenas jugó 11 partidos. La frase iba acompañada de un misil directo: “Riquelme es el peor dirigente de la historia de Boca”.
La realidad lo desmintió rápido: Medel había llegado libre y el gasto se reducía a su contrato. Sin embargo, Marra redobló la apuesta y comparó al presidente “Xeneize” con Daniel Passarella, recordado por el descenso de River.
“LLEVAN A BOCA AL FRACASO”
Meses antes, tras una derrota frente a River y la eliminación en la Copa Sudamericana, el libertario había escrito: “Riquelme y su Consejo de Fútbol están llevando a Boca al fracaso”. El mensaje, breve y filoso, buscaba agitar a una hinchada ya caliente con el rendimiento del equipo.
CONTRA LA POSTURA ANTI-SAD
Marra también choca con la línea institucional del club. En 2023, Boca emitió un comunicado contra las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Él respondió: “Soy hincha de Boca y no me sentí representado”, defendiendo la transformación de los clubes en empresas, como ocurre en gran parte de Europa.
UN PROYECTO POLÍTICO DISFRAZADO DE PASIÓN
En los últimos meses, el libertario comenzó a subir contenido nostálgico de la era dorada de Boca, acompañado de frases que dejan entrever sus aspiraciones: “Sueño con volver al club siendo protagonista y hacer historia”. Según trascendió, busca posicionarse como alternativa opositora, por fuera tanto del riquelmismo como del macrismo.
Las publicaciones de Ramiro Marra contra Riquelme y Boca no son aisladas. Se trata de una estrategia comunicacional que combina provocación, ideología y ambición política.
Entre datos erróneos, analogías incendiarias y propuestas polémicas, logró instalar su nombre en la conversación “Xeneize”.