En lo que va de 2025, más de la mitad de los autos patentados en la Ciudad fueron SUV, cuando en 2023 representaban apenas un tercio, una tendencia que va en aumento y genera alerta por el impacto ambiental y en la seguridad vial que genera la proliferación de estos vehículos de mayor tamaño.
El parque automotor no solo crece, también cambia, ya que el ranking de los modelos más vendidos del país refleja el fuerte aumento de los vehículos SUV, tipo camionetas, lo cual tiene consecuencias concretas para las ciudades, según un informe elaborado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM).
Los SUV ocupan más espacio, generan mayores niveles de congestión y presentan mayores riesgos para peatones y ciclistas, además de que su impacto ambiental es considerable porque emiten en promedio un 20% más de CO2 (dióxido de carbono) que un auto liviano.
En su informe, el CEM analizó cómo el aumento del uso del automóvil, y en particular de los SUV, afecta la movilidad, la seguridad vial y el espacio público en la Ciudad de Buenos Aires.
El mismo relevó que en el primer trimestre de 2025, los SUV representaron 53% de los patentamientos en Buenos Aires, frente al 33% de 2023 (ACARA). Seis de los diez modelos más vendidos en Argentina en 2025 fueron SUV o pick-ups. De mantenerse esta tendencia, en pocos años habrá más SUV y pick-ups circulando en la Ciudad que autos pequeños.
El trabajo indicó que los SUV ocupan 20-30% más espacio que un auto pequeño, reduciendo la capacidad de estacionamiento y ocupando un mayor ancho de los carriles de circulación, mientras que el aumento de 10 centímetros en altura de los vehículos eleva un 27% el riesgo de muerte para peatones y ciclistas y los chasis más altos incrementan un 45% el riesgo de accidentes peatonales.
El SUV es definido como un vehículo que ocupa un rango intermedio entre los autos pequeños y las camionetas de gran porte, es decir que prácticamente cualquier modelo que no sea una pickup, auto chico, utilitario o deportivo es un SUV.
En un apartado de su informe, el CEM mencionó algunas propuestas para mitigar esta situación, entre ellas mejorar el transporte público para ofrecer alternativas al auto y las pick-ups y medidas de desincentivos a los vehículos SUV, como impuestos por peso (sucede en Washington y Noruega) o tarifas de estacionamiento diferenciadas (París las triplica para rodados de más de 1.600 kilos).
“No hay en el Congreso nacional ni en la Legislatura de la Ciudad ningún proyecto que apunte a regular los autos de cada vez mayor tamaño, es un debate que está ausente pese a que se ven en las calles los autos que son 10 cm. más altos y 10 cm. más anchos, en un país que ya tenía tradición de uso de pick-ups”, sostuvo Galileo Vidoni, del CEM, ante una consulta de la Agencia Noticias Argentinas.
Y agregó: “Los autos más compactos, tipo sedán, se están reemplazando por los SUV. El mercado está migrando, incluso el SUV es visto como pequeño comparado con las pick-ups”.
Sobre el impacto ambiental de su uso, precisó: “Si todas las SUV que circulan hoy en el mundo fueran consideradas un país, ese país sería uno de los diez más contaminantes del mundo”.
Los motivos de crecimiento del mercado de SUV son parte, ante todo, de una tendencia internacional de la industria automotriz y se puede mencionar que ofrecen mayor espacio interior, mayor confort, mayor espacio de guardado y una mayor sensación de seguridad –por la mayor altura y dimensión de la carrocería– frente a los autos pequeños.
Además, su precio se ha abaratado sensiblemente en los últimos 20 años producto de mejoras en las plataformas automotrices.
En Argentina se suma el reciente abaratamiento de estos vehículos producto de la eliminación o reducción de varios impuestos que los encarecían y que podían llevar a los consumidores hacia dos extremos: o autos utilitarios más económicos, o pick-ups beneficiadas por exenciones impositivas.