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Reapatriar talento y capitales: el incentivo fiscal que podría sumar Milei a su reforma tributaria

EL INCENTIVO FISCAL

El Gobierno de Javier Milei podría incorporar a su reforma tributaria una herramienta estratégica para atraer capitales y profesionales argentinos que se fueron del país y que hoy quieren regresar pero tienen sus dudas de concretarlo.

En el Congreso ya existe un proyecto de ley que apunta en ese sentido al modificar el inciso c) del artículo 123 de la Ley del Impuesto a las Ganancias con el objetivo de eliminar una desigualdad que, hoy, solo beneficia a los extranjeros que llegan al país por motivos laborales y que no permanecen más de cinco años.

La modificación permitiría que accedan al mismo tratamiento los argentinos que hayan perdido su residencia fiscal por un mínimo de cinco años.

El plazo de cinco años demuestra que existió realmente una intención de permanecer en el exterior evitando maniobras fiscales y asegurando que el beneficio se aplique a quienes efectivamente están radicados en el exterior desde hace tiempo.

Actualmente, quienes se fueron y perdieron su residencia fiscal argentina no tributan en Argentina por sus rentas y bienes fuera del país.

Esto implica que la medida no afectaría la recaudación para el fisco, ya que hoy esos ingresos no están alcanzados, y podría generar un fuerte incentivo para que dichos contribuyentes regresen, aportando capital, consumo, inversiones y conocimientos nuevamente en nuestro país.

IMPACTO EN BIENES PERSONALES E IMPUESTO A LAS GANANCIAS

El beneficio no se limita solamente al Impuesto a las Ganancias, sino que también tiene efecto en el Impuesto sobre los Bienes Personales.

Mientras se mantenga la condición de no residente fiscal por 5 años, no se paga por activos ubicados en el exterior sino solamente por los situados en la Argentina.

Es muy importante tener en cuenta que, para muchos argentinos con patrimonios significativos, el impuesto sobre los bienes personales suele ser un factor decisivo para evaluar un eventual retorno más que el impacto del impuesto a las ganancias.

LA VUELTA A LA ARGENTINA

La falta de seguridad jurídica es uno de los motivos por los que muchos argentinos que se fueron a vivir al exterior no contemplan volver.

Gran parte de quienes emigraron desde 2019, lo hicieron por el incremento de la presión fiscal y temen que un cambio de signo político en el Gobierno revierta la baja de impuestos.

En consecuencia, la incorporación de esta medida en la futura reforma tributaria debería ir acompañada de mejoras necesarias: blindar como derecho adquirido esos cinco años de tratamiento fiscal especial, establecer reglas claras y estables, y fijar un procedimiento simple y transparente para acceder al régimen.

UN “WIN-WIN” PARA EL ESTADO Y LOS CONTRIBUYENTES

Desde la perspectiva económica, la medida es virtuosa:

– El Estado no pierde recaudación inmediata, ya que se trata de ingresos y patrimonios que hoy no tributan impuestos en la Argentina.

– Se estimula la repatriación de capitales y talento, lo que puede generar más inversión, mayor actividad económica y un incremento de recaudación en impuestos indirectos, como el IVA, impuestos internos y tributos provinciales.

– Se favorece la transferencia de conocimiento y redes profesionales internacionales, especialmente en sectores estratégicos como tecnología, energía y finanzas.

CONTEXTO POLÍTICO Y SEÑALES DEL RUMBO DEL PAÍS

En el marco del discurso de “Reconstrucción de la Nación” y del objetivo de un Estado más eficiente, la inclusión de este régimen en la reforma tributaria enviaría un mensaje claro: “Argentina no solo busca atraer inversiones extranjeras, sino también recuperar a sus propios ciudadanos que hoy producen y tributan fuera del país.”

Al otorgar un trato equitativo a nacionales y extranjeros, se eliminaría un sesgo que actualmente perjudica a los argentinos en la misma situación que los beneficiados.

Además, el objetivo de la medida está en línea con la idea de premiar la productividad y la inversión en lugar de penalizarlas.

Argentina necesita recomponer la confianza de quienes se fueron por la presión tributaria y, si se implementa con seguridad jurídica y estabilidad, el retorno dejará de verse como un riesgo, para convertirse en una oportunidad.