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Ni Villa Traful ni La Cumbrecita: el pueblo de montaña que enamora con su cercanía al cielo

A menos de un mes para el inicio de la primavera, las temperaturas comienzan a subir gradualmente y, las noches empiezan a amigarse y ser habitada por las personas que las eligen para:

* Caminar.
* Correr.
* Andar en bicicleta.
* Tomar mate en veredas y plazas.
* Salir a comer.
* Pasear en auto.
* Otras.

Todas y cada una de estas actividades se pueden hacer en cada pueblo y ciudad, pero, hay uno escondido entre los Valles Calchaquíes tucumanos que es diminutivo e ideal que gana protagonismo por su magia nocturna. Lejos de los circuitos turísticos masivos, Ampimpa se convirtió en un refugio de tranquilidad y contemplación.

Con apenas cientos de habitantes, este lugar se sitúa a más de 2.500 metros de altura. Allí las casas son de adobe y, el silencio de la montaña y la vida comunitaria le otorgan un carácter especial.

El pueblo está rodeado de cardones, quebradas y vistas despejadas de la Cordillera de los Andes. Cada atardecer regala un espectáculo de colores intensos que anticipan la verdadera joya local: un cielo limpio y brillante.

Ampimpa es conocido como el “balcón de los Valles”, ya que su ubicación estratégica permite ver desde arriba gran parte del paisaje tucumano. Este mirador natural es también uno de los mejores sitios del país para la observación astronómica.

Por ello, allí se instaló el Observatorio Astronómico Ampimpa, pionero en acercar la ciencia a visitantes y escuelas de la región. Por la claridad del firmamento, se organizan noches de observación a simple vista y con telescopios.

¿CÓMO ES UN DÍA EN AMPIMPA, “EL BALCÓN DEL VALLE” TUCUMANO?

Durante el día, la vida en el pueblo transcurre entre huertas, pequeñas producciones artesanales y caminatas que conectan con la naturaleza. Es un destino perfecto para quienes buscan desconexión y contacto auténtico con la montaña.

El turismo en Ampimpa se desarrolla de manera comunitaria. La hospitalidad de los pobladores, que abren sus puertas con hospedajes familiares y comidas caseras, crea un vínculo genuino con quienes llegan de visita.

Llegar hasta el lugar implica una aventura. Desde San Miguel de Tucumán son alrededor de 150 kilómetros, en un recorrido que atraviesa Tafí del Valle y conduce por caminos de altura con panorámicas de postal.

Si bien el atractivo principal es la contemplación de los cielos, Ampimpa también sorprende con:

* Senderos serranos.
* Restos arqueológicos.
* Experiencias vinculadas al turismo rural.

Cada visita se transforma en un viaje de descubrimiento interior. Este rincón del noroeste argentino invita a mirar hacia arriba para:

* Reencontrarse con la inmensidad del universo.
* Valorar la calma de la vida serrana.

Es un destino pequeño en tamaño, pero enorme en belleza y sensaciones.

¿QUÉ ACTIVIDADES HAY PARA HACER EN AMPIMPA?

* Visitar el Observatorio Astronómico y participar de charlas y observaciones nocturnas.
* Realizar caminatas por los senderos de altura con vistas a los Valles Calchaquíes.
* Disfrutar de un amanecer o atardecer desde el mirador natural del pueblo.
* Hospedarse en casas de familia y probar platos regionales como humita, tamales o cabrito.
* Conocer las tradiciones locales vinculadas al cultivo y la producción artesanal.
* Explorar sitios arqueológicos cercanos con vestigios de culturas originarias.
* Practicar astrofotografía gracias a la claridad del cielo nocturno.