Subir y bajar una escalera es una acción cotidiana que pasa desapercibida. Sin embargo, muchas personas tienen la costumbre de contar los escalones mientras lo hacen. Lo que parece un gesto automático tiene, según la psicología, distintas explicaciones que van desde lo lúdico hasta lo clínico.
En primer lugar, contar escalones puede ser simplemente una manera de enfocar la atención. Así como algunos repasan una canción o recuerdan tareas pendientes, otros se concentran en la cantidad de escalones que van pasando. Se trata de un recurso mental para no distraerse.
Otro aspecto está ligado a la necesidad de control. Para la psicología, poner números a una acción repetitiva puede dar sensación de seguridad y orden. Contar escalones ofrece una estructura en medio de la rutina diaria.
En personas con tendencia a la ansiedad, esta práctica funciona como una estrategia de autorregulación. Concentrarse en la cuenta permite:
* Alejar pensamientos intrusivos.
* Disminuir tensiones.
* Brindar calma durante un trayecto.
CONTAR ESCALONES: JUEGO DE NIÑO, COSTUMBRE DE ADULTO
También aparece el costado lúdico. Muchos comenzaron de niños, por curiosidad o juego, y lo mantuvieron en la adultez como hábito inconsciente. En estos casos, no implica ninguna carga emocional negativa.
La psicología cognitiva lo vincula con la memoria y el cálculo automático. Al contar, el cerebro activa áreas relacionadas con la atención y el orden, lo que explica por qué puede convertirse en una rutina natural.
Sin embargo, los especialistas advierten que, si la persona siente que debe contar sí o sí, de manera rígida y sin poder detenerse, podría ser un signo de pensamiento obsesivo. Allí conviene prestar atención al grado de interferencia en la vida diaria.
Pero, no todo conteo es patológico. La mayoría de las veces, es un gesto inofensivo y pasajero. Solo cuando se convierte en compulsión aparece la recomendación de consultar con un profesional de la salud mental.
La práctica también puede vincularse con el mindfulness; es decir que en lugar de dejar que la mente divague, centrarse en los escalones ayuda a estar presente en el aquí y ahora, de manera similar a ejercicios de respiración consciente.
En conclusión, contar los escalones al subir o bajar una escalera puede tener múltiples significados como pueden ser, por ejemplo:
* Juego mental.
* Estrategia de concentración.
* Señal de ansiedad.
* Necesidad de control.
La clave está en observar cómo impacta en la vida cotidiana.