Con la llegada de septiembre los días más largos de luz solar y cálidos que se avecinan, hacen que el mes invite a dejar atrás la rutina y buscar un rincón donde el verde sea protagonista para disfrutar y contactar con la naturaleza. Por eso, A 77 kilómetros del Obelisco, en Marcos Paz, se encuentra Lo de Elvira, un campo que abre sus tranqueras para que grandes y chicos vivan una jornada diferente.
Por $8.000 por persona, se puede pasar de 11 a 18 horas en un entorno pensado para compartir. La propuesta combina descanso, juegos al aire libre y la posibilidad de preparar un almuerzo criollo en la parrilla, sin apuro y con tiempo para charlar.
El lugar está preparado para que cada visitante encuentre su plan, ya que hay:
* Parrillas con mesas y bancos.
* Juegos rústicos.
* Casitas infantiles.
* Arenero.
Todo para que los más pequeños se diviertan y compartan con otros pares.
Los espacios abiertos del lugar permiten andar en bicicleta, jugar a la pelota o simplemente tirarse en el pasto a descansar.
Uno de los puntos fuertes es la vida rural que se respira en cada rincón son la presencia de los animales que se mueven en libertad y se pueden observar de cerca como, por ejemplo:
* Gallinas.
* Ovejas.
* Caballos.
Todos conviven en armonía con los visitantes.
Para muchos chicos la experiencia es la primera oportunidad de interactuar con ellos, algo que transforma la salida en una experiencia educativa y divertida.
La naturaleza se muestra tal cual es con cielos amplios y despejados de edificios, perfumes a pasto recién cortado y el sonido de los animales como única banda sonora. Es un respiro para quienes buscan desconectar de la ciudad y reconectar con lo esencial.
Lo de Elvira funciona con reserva previa, por lo que conviene asegurar el lugar con anticipación. Además, cuenta con estacionamiento dentro del predio y baños, lo que hace que la estadía sea cómoda para toda la familia.
En primavera, el campo florece, sus colores son variados e intensos y las temperaturas suaves son el marco perfecto para disfrutar del aire libre. Es el momento ideal para compartir un asado, alargar la sobremesa y aprovechar la tarde para jugar y descansar.
Por eso, si la idea es cambiar la rutina, pero cuidando la economía de bolsillo, esta es una escapada cercana, accesible y cargada de experiencias simples. Lo de Elvira es una alternativa que combina tranquilidad, diversión y contacto real con la naturaleza.