Canillita en Recoleta, Impresso y Alpaso (Cabildo al 1600), en Belgrano, Diario Café y Lectura, en Córdoba capital y ahora también Puesto Coffee en Rosario se llaman los kioscos con estética vintage, que ofrecen café de especialidad y panificación al paso. Tienen barra y banquetas y están rodeados en la parte inferior de revistas y diarios.
Son cada vez más los emprendedores gastronómicos que están llevando el café a los kioscos de diarios de distintos barrios.
Se habilitaron cinco cafés de especialidad en este formato sólo en la Ciudad de Buenos Aires
En la transitada esquina de Yrigoyen y Balcarce, frente a la Casa Rosada, funciona Reading & Coffee.
Y en Rivadavia y Rojas, en Caballito, la tradicional panadería Roma se expandió con un café en el puesto que está justo enfrente.
En Belgrano ya hay uno a la salida de la estación de tren de Barrancas (Prensa, en Virrey Vertiz al 2000) y dos sobre la avenida Cabildo, a seis cuadras de distancia.
SINERGIAS
Si antes la gente se acercaba al kiosco para comprar material gráfico de lectura, ahora con la opción del café la motivación se reparte.
En estas primeras experiencias, casi la misma cantidad de veces los que paran a desayunar aprovechan a comprar un diario o una revista, y viceversa.
En Rosario abrió esta semana en la esquina de Córdoba y Balcarce, la primera prueba piloto de kiosco de diarios que suma cafetería en la ciudad: Puesto Coffee.
La reforma se hizo a partir de una estructura clásica concebida para la venta y acopio de diarios y revistas, a la que se agregó la venta de café y panificación, para lo cual se hicieron las conexiones de agua, electricidad, máquina de café, horno, licuadora.
La concreción de la iniciativa contó con el trabajo conjunto del municipio, el Concejo y el Sindicato de Canillitas que modificaron la normativa para poder darle una vuelta al formato comercial, e incorporar el café sin dejar su rubro principal: la venta de diarios y revistas.
Por pedido del Sindicato de Canillitas, se cambió en el país el articulado que regula la venta de diarios y revistas, con la idea de que puedan diversificarse, incorporando otros rubros más dinámicos y ajustados a las necesidades actuales de la comunidad.
Puerto Coffee presenta en el entorno gráfico una carta dos tipos de café tradicional, cortado y lágrima, y algunas preparaciones especiales como café con helado, con tónica, con jugo de naranja, o combinaciones con pistacho.
Es decir que lo que antiguamente se hacía en dos pasos: pasar a comprar el diario e ir al bar a tomar café para leerlo, ahora se unifica en un solo escenario: el mismo kiosco.
RECONVERSIÓN
Esta reconversión de los clásicos puestos de periódicos ya se comenzó a ver en ciudades del Hemisferio Norte, como Nueva York, Madrid, Barcelona y París, entre otras metrópolis que descubrieron cómo a través del café podían darle un envión a estos escaparates.
En 2023, el Ministerio de Trabajo de la Nación aprobó la resolución 1481/2023 que habilitó también el “expendio de bebidas no alcohólicas” incluyendo “servicios de cafetería”, además de otros productos como artículos de librería, recuerdos turísticos y manualidades, pasajes turísticos y elementos básicos como pañuelos y barbijos.
Es la Ciudad de Buenos Aires la que define, a través del Ministerio de Espacio Público, las ubicaciones de los puestos y otorga los permisos para el uso del espacio público a quienes tengan la licencia nacional para vender diarios y revistas, y asimismo realiza la fiscalización de la actividad.
Las licencias de los puestos, como las de los taxis, pueden comprarse y venderse y tienen obviamente diferente valor según dónde esté ubicado el escaparate. Cuestan entre 15.000 y 150.000 dólares.
No menor es el tema aún no resuelto: la vinculación de estos minilocales gastronómicos con baños.