El enigmático artista callejero Banksy volvió a irrumpir este lunes en la escena pública con un nuevo mural, esta vez en la sede de los Reales Tribunales de Justicia en Londres. La obra representa a un juez, vestido con toga y peluca, golpeando a un manifestante tendido en el suelo que sostiene una pancarta manchada de rojo, en alusión a la sangre.
El mural apareció en medio de la controversia por la prohibición del grupo Acción Palestina y la detención de unas 900 personas en recientes protestas en la capital británica. Durante la mañana, la pintura fue cubierta con paneles negros y cercada con vallas metálicas y vigilancia privada, aunque las imágenes ya circulaban masivamente en redes sociales.
Banksy reivindicó la autoría en su cuenta de Instagram, sin hacer referencia directa al conflicto. Su intervención se volvió viral pocas horas después de su aparición, alimentando la discusión sobre la represión a las protestas en Reino Unido.
Se trata de la primera obra del artista en Londres desde agosto de 2024, cuando intervino distintos puntos de la ciudad con grafitis de animales.
Reconocido por sus mensajes críticos y su capacidad de generar debate social, Banksy vuelve a usar el espacio público como lienzo, mientras sus obras continúan alcanzando cifras millonarias en subastas internacionales.