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Dólar y mercados: las razones por las que le van a contar las costillas a Luis Caputo después de fin de mes

Las cuentas que publicó en un tuit la periodista especializada Rosalía “la Colo” Constantino alertan: “el Tesoro tiene 1.130 millones de dólares y el BCRA tiene reservas netas positivas en usd7.200 millones x el endeudamiento del FMI y otros organismos desde abril”.

Pero en los mercados miran más allá y, de fin de mes en adelante, le contarán las costillas al Gobierno de Javier Milei con otro termómetro: la entrada genuina de divisas y la capacidad real de repago de deuda.

Como restan pagar de deuda en dólares en 2025 US$2.951 millones y en 2026 hay que pagar de deuda en dólares US$18.784 millones, la conclusión que saca la colega del tuit es que las reservas no alcanzan para cumplir con estos compromisos.

Y finalmente advierte que como “el riesgo país roza los 1.100 puntos. No se puede salir al mercado a tomar deuda para repagar la deuda en 2026”.

Los analistas del mercado que operan con los activos financieros ya manejan este planteo, pero le escarban letras chicas y seguirán qué hará el Gobierno para maximizar el saldo comercial de la balanza de pagos a fin de sumar divisas genuinas a las reservas y, a partir de ahí, proyectar los pagos en tiempo y forma.

De la ecuación surgirá cuántos vencimientos cubrirá y si le alcanzará y, en consecuencia, hasta dónde bajará el riesgo país si ese cronograma tentativo .

El número de equilibrio que estiman para salir de la volatilidad actual de acerca a los 500 puntos.

Y esa será la referencia poselectoral que tendrán en cuenta, con una transición hasta fin de año.

POLÍTICA MONETARIA OUT

La política monetaria que ajusta por las tasas tiene fecha de caducidad y fue fijada por los financistas el día después de las elecciones nacionales de medio término.

La reflexión de “la Colo” es cierta hasta que se cumpla este impasse de menos de 30 días.

“¿Cómo se va a pagar? Esto provoca más recesión, menor empleo y salarios pisados. Y aunque el dólar aumente y no vaya a precios porque pisarán salarios la economía del bolsillo no verá cambios, aunque si el empleo podría reactivarse y si la tasa baja volverían los créditos, pero siempre con salarios pisados para evitar salto de precios”, desgrana como colofón de su tuit.

EL SALDO GENUINO DE DIVISAS

De acuerdo con las últimas estimaciones, dependiendo de dónde se tomen, la apertura de las importaciones hizo descender el saldo comercial de US$E 19 mil millones en 2024 a cerca de US$ 12.000 millones, según la proyección de comienzos de año.

De ser así, el Gobierno contaría con un ingreso genuino a las reservas del BCRA US$ 7.000 millones menos, aunque las exportaciones previstas nada más que por el agro prácticamente repetirán los US$ 31.000 millones del año pasado, si bien en la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) estiman que el total general en el año irá a US$ 81.940 millones, all included.

Las importaciones, que nada más que por la ola de compras en plataformas online crecieron un 15% en los últimos meses, el sector privado las venía calculando en US$ 75.000 millones, lo cual daría un superávit de US$ 6.940 millones, US$ 11.959 millones menos que en 2024.

La única variable teórica para achicar la brecha entre compromisos y saldo disponible, hoy sin capacidad de endeudamiento para bicicletear la diferencia, sería meter mano en el saldo comercial, que en buen romance significaría devaluar, por ahora palabra probibida por la dupla Milei-Caputo.

El saldo de caja, con pocas posibilidades de reforzar sin financiamiento externo, dependerá en consecuencia de lo que se pueda mejorar de exportaciones y evitar de importaciones y del nuevo equilibrio surgirá el parámetro a seguir por los grandes operadores del mercado, según deslizan fuentes confiables del sector.

SIN MARGEN PARA AJUSTAR POR RECESIÓN

Una vuelta a la recesión provocada por las estratosféricas tasas podría contribuir a bajar las importaciones el año que viene, pero el clima poselectoral no indica que el Gobierno tenga más margen para seguir asumiendo ese costo, como en 2025

Se especula en medios financieros con que sea cambiada la política monetaria, sin decirlo, donde se fije la paridad en el máximo de la banda, y se ralentice el movimiento de divisas en el platillo importador para mejorar el saldo del día a día, o sea, que se administre el timing de los egresos desde el Banco Central.

Sería algo así como tomar a su cargo la administración que suele hacer el sector privado, pero al revés: demorar las liquidaciones de las compras al exterior y acelerar todo lo que se pueda las entradas de dólares de los exportadores.

La llegada de inversiones productivas y hasta las inyecciones de organismos internacionales, por fuera del tipo de cambio, podrían mover el amperímetro financiero en un contexto de volatilidad extendido luego de las elecciones de octubre, pero nadie hoy daría un centavo de que pueda suceder ese “milagro” just in time.

Los números del primer semestre parecen una utopía vistos desde el día después de la elección bonaerense, cuyo padrón representa casi un 40% del nacional.

El superávit comercial fue de US$ 2.788 millones, producto de una caída sustancial del orden del 74% respecto de los US$ 10.742 millones de saldo positivo que se registró en el mismo periodo del año pasado: las exportaciones crecieron apenas un 4% frente a las importaciones que se incrementaron un 34%.

De modo que los analistas vislumbran dos alternativas visibles con los resultados a la vista de la apertura impulsada por el Gobierno y del atraso cambiario, que llevaron a una reducción de casi US$ 8.000 millones en el saldo favorable del comercio exterior: reducir la factura importadora mediante devaluación o encepamiento.

La duda es que, como la frazada es corta, el logro con la inflación y el déficit fiscal se comprometerá.

La salvedad sería que se dé la improbabilidad de que las urnas vuelvan a dar una sorpresa, pero al revés, y le devuelvan al oficialismo la confianza perdida.