El actor Leonardo Sbaraglia sostuvo que, a partir del ambiente artístico, “se pueden producir hermosos cambios en la sociedad”, en el marco de la inauguración del piano bar “Homero” en Palermo, donde celebró junto a dos de los hijos de Chico Novarro, Julieta y Pablo.
En el marco de su llegada al evento y en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Sbaraglia celebró la posibilidad de un nuevo espacio artístico: “Es un proyecto que uno celebra y festeja porque te podés juntar con amigos y familia, a cantar y disfrutar, que siempre hace bien”.
No obstante, el intérprete atraviesa un peculiar momento en su carrera: tras haberse puesto en la piel del ex presidente Carlos Menem y, más tarde, en el lugar de Fernando Rovira, un personaje político de la serie “Las Maldiciones”, sin embargo, consideró que se fue “enterando” de las formas en el ámbito y destacó que nunca estuvo “metido” en política.
Aunque no haya sido parte como tal, el artista dialogó con senadores y jueces antes de enfrentar de lleno a sus personajes, por lo que sostuvo: “Como uno no sabe, tenés la obligación de entender cómo es ese mundo y el mecanismo por dentro”.
Por último, la sorpresa del entorno administrativo llegó a Sbaraglia de la mano de la toma de decisiones de los miembros de dicho poder y sostuvo que es un ambiente “mucho más estratégico y frío de lo que uno podría suponer”.
“Uno no está en ese mundo y, desde lo artístico, se pueden producir hermosos cambios en la sociedad”, concluyó el actor antes de sumarse al piano instalado en Serrano 1141, donde ya funciona el espacio impulsado por Julieta Novarro y la familia Bossi, creadores también de Microteatro.
Entre los invitados también se encontraban Víctor Laplace, Dan Breitman, Josefina Sarkany, José María Listorti y Guillermina Valdés, entre otras reconocidas figuras del espectáculo.