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Golpeó, secuestró y abusó a su ex pareja: lo condenaron a 10 años de prisión

Un hombre fue condenado a 10 años de prisión por golpear, secuestrar y abusar de su ex pareja en una vivienda de Ciudad Oculta. Luego de una semana de audiencias del juicio oral y público, el agresor y sus hermanos fueron sentenciados a penas de efectivo cumplimiento.

El Tribunal colegiado, la Fiscalía PCyF 33 – especializada en violencia de género – condenó a un hombre a 10 años de prisión, quien fue hallado culpable de los delitos de lesiones agravadas, amenazas con arma de fuego, tenencia de arma fuego, privación ilegítima de la libertad y abuso sexual agravados hacia su ex pareja.

También fueron condenados sus hermanos. Uno de ellos recibió la pena de 3 años y 6 meses de prisión por suministro de arma de fuego, mientras que el segundo 3 años y 8 meses, por haber sido coautora en la privación de la libertad.

El caso inició a partir de la denuncia de la víctima en marzo de 2024 ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (OVD), y una vez recibido en la fiscalía, se priorizó la contención y seguridad de la víctima y su grupo familiar, para lo cual se dispusieron medidas de protección tales como consignas policiales en los domicilios particulares y laborales, botón antipánico para la denunciante y la asistencia de una psicóloga, señala el parte al que accedió la agencia Noticias Argentinas.

Gracias al exhaustivo trabajo del equipo de la Fiscalía PCyF 33, se logró identificar los domicilios donde ocurrieron los hechos en Ciudad Oculta, donde luego se realizaron los allanamientos que terminaron con la incautación del arma y más de 130 cartuchos, además detención de los coimputados, mientras que el principal acusado logró escapar por los techos.

Luego, gracias a tareas investigativas, tanto en provincia de Buenos Aires como en Capital Federal, se logró dar con el paradero del prófugo, que fue detenido con prisión preventiva y con prohibición de todo tipo de contacto con la víctima durante todo el proceso.

Por su parte, a los hermanos se les impuso la colocación de una tobillera electrónica de geoposicionamiento, así como también la prohibición de contacto con la damnificada, entre otras medidas restrictivas.

Días atrás comenzó el debate oral y público, en el cual se puso el énfasis en el testimonio de la denunciante, quien – para evitar su revictimización- prestó declaración sin la presencia de los imputados.

Las autoridades del Ministerio Público Fiscal indicaron que el testimonio fue claro, espontáneo, coherente y sin contradicciones. A su vez, se remarcó que la declaración fue apoyada con el resto de las evidencias presentadas por la fiscalía.

Las profesionales psicólogas y psiquiatras de la Oficina de Violencia Doméstica dieron cuenta del “estado de vulnerabilidad de la víctima, del ciclo de violencia en el que estaba inmersa y del terror, dominio y poder ejercido por el victimario”.

Según testificaron las profesionales, advirtieron los indicadores propios de la violencia de género y estimaron que la mujer estaba expuesta a un riesgo altísimo, manifestado en el terror constante, la normalización o naturalización del maltrato, la angustia y el miedo permanente.

En este marco, anunciaron que se logró identificar también los distintos tipos de violencia que padeció durante largo tiempo: física, psicológica, sexual, simbólica y económica.

Frente a todos los elementos presentados, la fiscalía logró acreditar todos los hechos por los que formuló acusación.

Así entonces, el Tribunal condenó al principal imputado a la pena de 10 años de prisión por considerarlo autor penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, lesiones leves doblemente calificadas por haber sido cometidas por un hombre contra una mujer con la que ha mantenido una relación de pareja y en un contexto de violencia de género, abuso sexual con acceso carnal, tenencia ilegítima de arma de guerra, amenazas con armas, en contexto de género y bajo la modalidad de violencia doméstica.