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En Misiones, Carlos Rovira insiste con un negocio millonario para el agro: los herbicidas

El mercado de los insumos agrícolas y, fundamentalmente, de los herbicidas es parte de un negocio millonario y en la provincia de Misiones los agricultores utilizan el glifosato como un componente esencial para la producción de yerba, té, cítricos, tabaco, entre otros cultivos.

Si hay un negocio millonario, Carlos Rovira y sus socios políticos minoritarios del Frente Renovador, que se prestan el sillón de mando de la provincia de la tierra colorada, no lo van a dejar escapar.

La andanada europea de críticas ambientales contra el glifosato, un herbicida sintetizado en la década del ‘50 del siglo pasado pero cuyas propiedades para la agricultura fueron descubiertas por el ingeniero químico, John E. Franz de la firma Monsanto, por posibles daños genéticos y ambientales que producirían al consumirse, representó una ventana de posibilidad para que Misiones se sumara a la iniciativa de Chubut e intentó prohibirlo pero con la salvedad de ofrecer a los agricultores otro producto, hecho en casa.

Pues bien, la realidad es que la producción misionera de herbicidas fomentada por los renovadores de Rovira nunca funcionó como se esperaba y las protestas de los productores agrícolas fueron en aumento ante las pérdidas a las que se enfrentaron.

Hace dos años, Rovira y su plana mayor al frente del ejecutivo misionero, poder que retiene desde hace dos décadas, inauguró la fábrica Agro Sustentable S.A. en el parque innovador de la ciudad de Posadas.

En sus instalaciones se iba a producir el sustituto biológico del agroquímico glifosato, un herbicida muy utilizado en todo el país, se estima que se rocían 15 litros por hectárea en promedio, e iba a ser usado para abastecer a los productores misioneros que abandonaran el insumo cuya patente fue adquirida por la multinacional Bayer a Monsanto en 2018.

Ahora bien, la fábrica inaugurada con todas las pompas por el ex gobernador, Carlos Rovira, no prosperó y los planes de sustitución del producto, que habría acrecentado el poder económico y político de los renovadores, fue deshechado.

Si bien el plan económico cerraba a todas las partes, la firma Agro Sustentable, compraba a otra empresa de Tucumán el herbicida, y luego, lo vendía al gobierno de Misiones que, a su vez, los distribuía de manera gratuita entre los colonos que aceptaban dejar el glifosato para sus producciones y reemplazarlo con un nuevo herbicida ecológico.

Pues bien, el producto era un insecticida y la evidencia de que no servía a los fines productivos llego tras una resolución del SENASA que fue concluyente.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria confirmó que la sustancia promovida por Rovira no era un sustituto adecuado del agroquímico glifosato y no tenía ningún efecto herbicida visible.

Si la empresa hubiera ofrecido un producto de calidad, la prohibición efectiva para utilizar glifosato en territorio misionero, o sea, sin ningún tipo de prórroga, habría comenzado en junio de este año. Pero, ante el evidente fracaso y la protesta de los productores, la fecha se extendió hasta el año 2030.

Un golpe para el entorno de Rovira y sus asociados porque según una investigación del sitio bichosdecampo.com del periodista Matías Longoni, la empresa proveedora del estado misionero, Agro Sustentable, tenía como socio principal a Joaquín Basanta, amigo y socio de Ramiro Rovira, hijo del exgobernador. Basanta y Rovira tuvieron emprendimientos gastronómicos, disco y organizaron conciertos y fiestas.

El intento de comenzar a reemplazar un herbicida probado en la producción agrícola nacional que contribuyó a una producción de 12,5 millones de toneladas de soja que en nada y Carlos Rovira no insistió con Agro Sustentable.

Sin embargo, en la última sesión de la Legislatura misionera, se aprobó un proyecto de su autoría donde se fomenta la asistencia técnica, beneficios impositivos y la utilización de los bioinsumos.

En ese sentido, Rovira no volvió a hablar de la fábrica proveedora del estado misionero que compraba en Tucumán un producto que no servía, sino que pidió por la “Biofábrica Misiones, que cumple un papel decisivo como proveedor de material vegetal élite y bio insumos, y que actúa como nexo entre el Estado y los productores”, según explicó a través de un comunicado.

El periodista Martín Boerr explicó en planbmisiones.com que “…antes de la radicación de Agro Sustentable en 2022, la gran apuesta oficial para apuntalar los bioinsumos y buscar alternativas para dejar de utilizar los agroquímicos como el glifosato, estaba en la Biofábrica”.

La Biofábrica fue la primera que intentó producir bioinsumos en Misiones, pero su funcionamiento fue postergado por la aventura de Rovira y sus amigos con Agro Sustentable.

Los renovadores de Misiones le compraron toda la producción al amigo del hijo de Rovira a pesar de las quejas de los colonos que advertían que el producto no servía para sus fines y, ahora, intentarán reflotar la Biofábrica que, en la actualidad, tiene muy poca capacidad de producción.

Acostumbrado a ganar, en esta ocasión a Carlos Rovira, el patrón de Misiones, el tema le quedó demasiado grande.