Home / Nacionales / Racing volvió a meterse entre los cuatro mejores de América

Racing volvió a meterse entre los cuatro mejores de América

Racing Club escribió este martes una nueva página dorada en su historia al derrotar a Vélez Sarsfield por 2-0 en el resultado global, en el Cilindro de Avellaneda, y avanzar a las semifinales de la Copa Libertadores.

La “Academia” regresa a esta instancia tras 28 años de ausencia, ya que la última vez había sido en 1997, cuando cayó en una recordada serie ante Sporting Cristal de Perú.

El triunfo no solo significó eliminar a un rival argentino en un cruce cargado de emoción y tensión, sino también cortar una racha de frustraciones internacionales para volver a codearse con los gigantes del continente.

El recorrido de Racing en la Libertadores tiene varios capítulos que marcan su lugar en la historia. La primera gran epopeya se remonta a 1967, cuando bajo la conducción de Juan José Pizzuti el equipo logró su primer y único título de la competición.

En ese entonces, el formato incluía una segunda fase de grupos que cumplía la función de semifinal. Racing se midió con River Plate y Universitario de Perú, se impuso en la zona y alcanzó la final frente a Nacional de Montevideo.

Tras derrotar a los uruguayos, jugó la Copa Intercontinental ante el Celtic de Escocia, logrando la consagración mundial que hasta hoy es uno de los hitos más grandes de su historia.

En 1968, Racing defendió la corona entrando directamente en la instancia de semifinales, nuevamente organizada en grupos. En esa fase se topó con Estudiantes de La Plata, que terminaría consagrándose campeón, y no pudo repetir el sueño.

Esa participación, sin embargo, consolidó la presencia internacional del club y lo mantuvo entre los protagonistas de la época. Desde entonces, Racing tardaría casi tres décadas en volver a alcanzar esa altura.

El regreso se produjo en 1997, cuando la “Academia” dejó en el camino a rivales de peso hasta chocar con Sporting Cristal en semifinales. La serie fue dura y pareja, pero terminó con la eliminación de los de Avellaneda, que vieron frustrado su regreso a la final después de 30 años.

Aquella campaña sigue siendo recordada por la intensidad del equipo y por el empuje de su gente, aunque quedó marcada por lo cerca que estuvo el club de volver a disputar el título.

Ahora, en 2025, Racing vuelve a saborear la gloria de estar entre los cuatro mejores equipos de América. No se trata solo de un dato estadístico: implica recuperar una mística internacional que parecía perdida y reavivar la ilusión de una hinchada que desde hace años sueña con levantar nuevamente la Copa Libertadores, luego de la consagración el año pasado de la Copa Sudamericana.

La clasificación actual representa la cuarta presencia en semifinales de la historia racinguista —contando tanto los formatos antiguos como los modernos— y abre la puerta a un nuevo desafío frente a un rival de jerarquía, con la chance latente de meterse en la gran final.

El logro tiene un valor extra si se considera el contexto: Racing dejó en el camino a un Vélez con historia copera, mostró personalidad en una serie cerrada y demostró que puede competir contra cualquiera.

El equipo de Avellaneda se reencuentra así con su pasado glorioso y, al mismo tiempo, proyecta un futuro alentador, donde el objetivo final será volver a levantar el trofeo que conquistó por única vez hace casi seis décadas.

La “Academia” volvió a estar a la altura de su historia, y todo Avellaneda ya sueña con otra final de Libertadores.