La “puerta” al verano llegó. Es la primavera que, consigo trae días más largos y temperaturas agradables, pero también puede calentar de más el interior de la casa. En este sentido, con el correr de los días el calor sube a punto tal que, camino al verano, el desafío es mayor para mantener los ambientes frescos sin gastar de más ni dañar el medioambiente.
Para quienes buscan evitar el consumo eléctrico del aire acondicionado o el ventilador, existen métodos simples y ecológicos que refrescan el hogar en pocos minutos y reducen el gasto energético que, en las temporadas venideras es más altas.
Por eso, el foco está puesto en soluciones sustentables que cuidan el planeta y el bolsillo de los usuarios. Estos trucos aprovechan:
* Aire natural.
* Ventilación cruzada.
* Uso inteligente de materiales.
* Métodos simples y cotidianos.
Todo suma para bajar la temperatura interior sin recurrir a aparatos eléctricos.
10 FORMAS PRÁCTICAS Y RÁPIDAS DE ENFRIAR LA CASA SIN AIRE NI VENTILADOR
Abrir ventanas estratégicamente
* Generar ventilación cruzada abriendo dos ventanas opuestas para que el aire circule.
Usar cortinas claras y livianas
* Permiten la entrada de luz natural, pero, bloquean el calor directo del sol.
Colocar un trapo húmedo en la ventana
* Al evaporarse el agua, refresca el aire que entra.
Rociar con agua pisos y paredes
* Es ideal, especialmente, si son de cerámica porque ayudan a bajar la temperatura.
Apagar luces y electrodomésticos innecesarios
* Las lámparas y cargadores emiten calor extra.
Sumar plantas de interior
* Además de decorar, las plantas aportan humedad y frescura natural.
Cerrar puertas de habitaciones no usadas
* Concentra el aire fresco en los espacios que la persona habita.
Cocinar en horarios más frescos
* El calor del horno se mantiene horas y sube la temperatura.
Usar colores claros en la decoración
* Se deben usar paredes, fundas y cortinas claras porque reflejan la luz y reducen calor.
Crear un spray de agua fría:
* Vaporizar el ambiente para refrescarlo de inmediato en días de extremo calor.
Estos hábitos no solo ayudan a mantener una casa fresca en primavera y verano, sino que, también permiten:
* Reducir el consumo energético.
* Ahorrar dinero.
* Contribuir a un estilo de vida más sustentable.
Con pequeñas acciones, es posible lograr confort sin dañar el planeta, cuidar el dinero y llevar una vida más sustentable.